Soy de la opinión que ciertas carnes cuanto menos aderezos lleve, mejor, y así pienso del cordero; ya tiene un sabor muy intenso como para encima condimentarlo en exceso.
Además, sé que el tema del horneado, a más de una nos echa para atrás por el tema que se quede demasiado seco, pero he de deciros, que con esta receta, va a estar siempre en su punto, y lo mejor es que no tenéis que hacer nada de nada de nada.
¿Más fácil imposible,no?
Vamos a ello,
Cuando tengamos todos los ingredientes, estos son los sencillos pasos que hay que seguir...
¿Veis que sencillo? Se hace solo, no mancha nada, no lleva casi ingredientes; eso sí, necesita 4 horas, pero podemos meterlo después del desayuno para almorzar o a la hora de la merienda para cenar.
En casa lo acompañamos de patatitas cocidas y arroz blanco con cebolla caramelizada, junto con el jugo que suelta el cordero, está tremendo.
Olvidaros de los cuchillos, la carne se suelta sola, y no está nada seca. Cuando lo hagáis en casa, contádmelo.
Bon Appetit