Con los años las circunstancias han cambiado para los niños, en nuestra época era muy común ir al parque y jugar con los amigos, montar la bici, saltar la cuerda y tantos otro juegos. En la actualidad esto ha cambiado, cada vez menos niños van al parque a jugar y se divierten haciendo alguna otra actividad física, pasan más tiempo en los centros comerciales tomando helado, en la casa frente al televisor viendo algún programa o jugando al algún video juego, mientras se comen una deliciosa golosina con una soda.
Por la noche ya se alistan para ir a dormir y no logran quedarse dormidos con facilidad, una vez dormidos no tienen un sueño tranquilo, se mueven mucho, hablan y hasta tienen pesadillas con regularidad.
Por parte de los educadores hay quejas constantes, se mueven constantemente, cuando están sentados mueven las manos o los pies, les cuesta mucho realizar alguna actividad tranquila, hablan mucho y de una manera rápida. Son algunas de las cuantas quejas que los padres escuchan con cada entrega de evaluación, hasta llegar al punto de que el establecimiento sugiere una evaluación psicológica del niño para saber si tiene hiperactividad.
En su preocupació n por el bienestar del niño, los padres, acuden al especialista para ayudar a su hijo. Después de algunas evaluaciones en conjunto con otros especialistas, el resultado es que es hiperactivo, en la mayoría de los casos el niño es medicado, con evaluaciones constantes para monitorear su desarrollo.
La pregunta clave sigue siendo, el niño de verdad es hiperactivo o se pueden hacer ciertos cambios en casa para bajar el nivel de actividad del niño?
Existen diferentes tratamientos para los niños que son diagnosticados con hiperactividad, por lo cual es aconsejable acudir a un especialista que ayude a encontrar soluciones para el bienestar de los niños y su familia. El profesional puede ayudar a modificar patrones de interacción y comunicación entre los miembros de la familia. Para de esta manera fortalecer los lazos emocionales entre sus miembros y así evitar sentimientos de culpa y aislamiento.
Como padres, considero personalmente, que a la hora de medicar a nuestros hijos debemos ser muy cuidadosos y saber cuáles son los efectos secundarios de cierta clase de medicamentos antes de tomar una decisión de suminístrarle algo a nuestro hijos.
También no nos debemos olvidar, que la naturaleza de los niños es moverse y experimentar, esa es su manera de conocer y de experimentar con su entorno para aprender de él. Los adultos por el otro lado, son personas más sedentarias, por su mismo estilo de vida, entonces no es de sorprenderse que muchos adultos piensen que un niño sea hiperactivo, viéndolo desde su propia perspectiva y comparándolo consigo mismo.
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