El Suicidio en los Adolescentes desde hace varios años se ha convertido en un problema de salud pública es por eso, que se debe mirar desde las diferentes perspectivas para poder entender, asimilar y afrontar el problema desde el punto de vista psicológico como social siendo este último para el adolescente trascendental ya que su interacción con este viene a influir en su personalidad.
Por eso es, necesario que la familia, compañeros, docentes y amigos jueguen un papel fundamental en el cuidado de la salud mental del adolescente porque al consumarse el acto de quitarse la vida surgen sentimientos de frustración e impotencia al no poder hacer nada para impedirlo.
Por lo tanto es necesario orientar al entorno que acompaña a nuestros adolescentes y por medio de este artículo quiero enseñarles a descubrir las señales de alarma, los factores de riesgo y las pautas de prevención.
Señales de Alarma
Padecer un trastorno mental y de comportamiento (consumo de alcohol y sustancias psicoactivas).
Quejarse de problemas de salud como fatiga, dolores o malestares generales sin que exista un motivo especial.
Apariencia descuidada en la forma de vestir como en la higiene personal.
Presenta comportamiento agresivo, impulsivo y asume la conducta pre delictiva como robar y chantajear.
Presentan trastornos de sueño, alimentación y bajo rendimiento escolar.
Tienen pensamientos negativos hacia su valoración personal como de la vida que están llevando.
Se autolesionan.
Se desbordan emocionalmente ante situaciones conflictivas.
Dejan de hacer actividades que antes les generaba placer.
Son dependientes e incapaces de tomar decisiones.
Están constantemente menospreciandosen.
Regalan objetos valiosos o significativos para ellos.
Factores de Riesgo
Los cambios físicos que presenta el adolescente le genera descontrol llevándolo a focalizarse en agresividad y autodestrucción.
Tener antecedentes de maltrato físico, psicológico y abuso sexual.
Familias con conflictos, aisladas socialmente con roles rígidos y padres ausentes.
Carencia de mecanismos de defensa que les permita afrontar las situaciones estresantes.
Dificultad en las relaciones interpersonales.
Ruptura en las relaciones sentimentales.
Ausencia de habilidades en resolución de problemas.
Incapacidad de identificar y expresar los sentimientos y el de no poder pedir apoyo.
Estar expuestos a casos de suicidio de amigos o compañeros.
Conflictos con los padres y compañeros.
Prevención de la Conducta Suicida
Capacitar a los padres de familia, profesores, cuidadores y personal que guía al adolescente acerca de los signos de alarma y de riesgo.
Desarrollar planes de autocuidado y prevención en los planteles educativos que brinde apoyo al adolescente.
Que el Ministerio de Protección Social o secretarías de salud le dé herramientas a los centros de salud para que brinde inmediatamente el servicio de urgencia a los adolescentes que acuden con la tentativa.
Emplear comunicación abierta con los adolescentes donde ellos sientan que hay espacios para el diálogo.
Evitar que los adolescentes tengan acceso armas de fuego o cortopunzantes y al consumo de fármacos.
Evitar la violencia intrafamiliar que termina generando traumas y descontrol emocional del adolescente.
Permita que el adolescente tenga acceso a espacios de recreación donde puedan desarrollar habilidades sociales.Invitó a los lectores a tener en cuenta lo escrito en este artículo y a estar atentos a su entorno social ante cualquier señal de alarma o dónde observen que algún adolescente está en peligro de atentar contra su vida para darlo a conocer a los profesionales de la salud mental.