¡Hola a todas y feliz semana!
Os escribo desde el pasado, y es que esto de estar escribiendo para unas semanas se hace un poco extraño la verdad, pero sé que este tema os va a interesar mucho tanto para las que hayáis oido hablar de ello como las que no. Y es que a nosotros con Valentina nos salvó la vida y pienso que es algo que no se conoce demasiado y por ello quería hacer uso de mi pequeño rinconcito 2.0 para hacer eco.
Se trata de la terapia craneosacral. Es una terapia que entiende el sistema nervioso como uno de los elementos más importantes del cuerpo, al que se debe de proteger y cuidar; de manera que el cuerpo se adapte a su bienestar y a sus funciones primarias. El momento del embarazo y del parto son momentos muy sensibles (sobre todo en el parto), donde es muy frecuente que el cuerpo coja malas posturas o que genere unos movimientos forzados que puedan irritar al sistema nervioso.
Anna (la fisioterapeuta de Moviment Nat) explica que la naturaleza “ya lo tiene presente y que por ello utiliza la lactancia/succión para reequilibrar y estructurar el sistema”. Pero cuando esta limitación es restrictiva o importante la lactancia/succión no siempre puede solucionar las tensiones o “contracturas”. Es por ello que la terapia craneosacral ayuda a muchos recién nacidos.
En el caso de Valentina, con el parto taaaan largo que tuvimos (25 horas) estuvo muchísimo tiempo encajada, con presión y la fuerza de las contracciones. Fue curioso porque durante el parto me tuve que colocar a menudo de costado porque Valentina se encajaba en la parte derecha de mi pelvis y no terminaba de bajar. Pues justamente al nacer, a los pocos días, no fijamos que no giraba la cabeza hacia un costado, que había un pecho del cual no quería tomar. ¿Adivináis qué costado era? El mismo en el que había estado tanto tiempo encajada y “contracturada”, así que esto fue lo primero que conseguimos mejorar con la terapia.
Es una terapia manual muy sutil a través de pequeños movimientos y estiramientos que permiten volver al equilibrio y a la libertad de movimiento de los lactantes facilitándoles así el bienestar y la lactancia. A Valentina le costaba mucho el movimiento de mandíbula y eso hacía que no succionara bien, que a mi me generara más dolor… así que ésta fue otra de las mejorarías que notamos.
En qué os puede ayudar la terapia craneosacral?
Dificultades en la lactancia como el dolor, las mastitis, las grietas, obstrucciones…
Niños que son muy irritables, sensibles…
Niños con el sueño muy ligero o con dificultades para dormir
Cólicos
Niños que lloran mucho
Restreñimiento (en esto puedo dar fe yo misma, que también me puse en las manos de Anna y consiguió milagros)
Hernias umbilicales (también estoy siendo tratada con ella, y ya os iré contando como evoluciona mi hernia y qué pasos voy tomando, porque sé que muchas de las que me leéis estáis igual que yo)
Niños que no toleran ciertas posturas
Niños con tendencia a tener asimetrías
Como podéis observar son muchísimos los beneficios que ofrece esta terapia y que además sufren la mayoría de recién nacidos. Como me dijo una amiga mía, la mejor puesta a punto después del parto. Y es que a veces no somos conscientes de lo complicado que resulta a veces llegar al mundo, tanto para nosotras como para ellos. Desde mi experiencia como usuaria, tanto como madre como paciente, es una terapia que siempre, siempre, recomiendo a mis amigas con bebés acabados de nacer.
En nuestro caso siempre hemos ido a Moviment Nat, ya os he hablado de ellas en varias ocasiones, ya que es un centro totalmente especializado. A nosotros nos han ayudado muchísimo, les tenemos un cariño muy especial y si algo tenemos claro es que cuando nazca Julieta será de las primeras que avisemos. En cuanto lleguemos a casa, solicitaremos una visita a domicilio (ya que teniendo ahora a Valentina lo más cómodo es que vengan por logística familiar) para que la valore la fisio y nos cuente como la ve. Os dejo aquí el enlace de su web con más info sobre este servicio, y os animo también a que echéis us vistazo al resto
Espero que os haya resultado útil el post y si tenéis alguna amiga embarazada o con un bebé no os olvidéis de compartirlo. ¡La información es poder!