Y entendí el por qué.
No soy muy fan de la meditación, eso de vaciar mi mente y concentrarme en mi respiración, vislumbrarme en algún paraje hermoso y encontrarme con espíritus y/o energías de mayor vibración no va para nada conmigo. Yo soy mundana y neurótica. Tengo mil ideas y pendientes dando vueltas en mi mente todo el tiempo. Sin embargo, quería intentarlo pues cada vez conozco más gente que medita y les encanta hacerlo. Así que decidí darle una oportunidad.
Empezamos la sesión sentadas en un círculo alrededor de nuestra guía quien tenía diversos objetos además del cuenco; entre ellos velas, una campanita, imágenes de ángeles (se los invoca mucho) y algo que llamó mucho mi atención: 2 duendes. Sí, 2 muñequitos - un poco tenebrosos debo decirlo - que eran unos duendecitos que siempre la acompañaban en sus meditaciones y según nos contó, la ayudan a crecer espiritualmente. Siendo yo súper católica, esto me chocó un poco. Pero, igual decidí mantener mi mente abierta. Lo importante es mantener nuestras creencias claras.
Los duendes que nos acompañaron
Una vez estábamos todas sentadas sin celulares y sin relojes, cerramos los ojos y nuestra guía nos empezó a dirigir hacia un lugar de calma y luz. Mientras lo hacía empecé a escuchar un sonido súper fuerte; algo agudo, pero no desagradable. Pensé que era la radio, pero más adelante me di cuenta que el sonido provenía del cuenco de cuarzo. El sonido nos acompañó y – me atrevería decir - guio durante toda la meditación. Acompañada de él, boté muchos de mis pensamientos negativos y angustiantes, pude concentrarme en las palabras de nuestra guía y logré relajarme y cargarme de energía positiva, de agradecimiento y mucha armonía.
Me conecté conmigo misma. La energía positiva con la que me recargué en esta mediación me acompañó toda la semana. Jamás me imaginé que diría esto, pero quiero volver a hacerlo. Me encantó. Realmente fue una experiencia única y que aconsejo a tod@s probar y de ser posible practicar. Regálense este momento mágico. ¡Vale la pena!
La meditación con cuencos de cuarzo a la que asistí es parte del programa complementario que ofrece Oncoslud a sus pacientes que están en tratamiento de cáncer. Lo realizamos en su sede de Guardia Civil. Es gratuito para ellos y sus familiares (si eres asegurado puedes preguntar por horarios y también asistir).