Si estás en un momento como el que te acabo de describir una de las mejores opciones es acudir a terapia familiar. Un tipo de terapia sobre la que quiero hablarte hoy y que tiene como uno de sus objetivos ayudar a mejorar la comunicación entre los miembros de la familia para que puedan resolver los conflictos por lo que están pasando.
¿Qué es la terapia familiar?
Tal y como comentaba en la introducción a este artículo la terapia familiar es un tipo de terapia que se orienta y centra en resolver los conflictos que surgen entre las personas que conforman un grupo familiar: parejas, hijos, hermanos, …Si nos fijamos en sus principales objetivos podemos resumirlos en que busca :
Mejorar las dinámicas familiares.
Aumentar la comprensión y el apoyo emocional que necesita cada uno de los miembros de la familia.
Desarrollar, fomentar o generar estrategias y habilidades de resolución de conflictos.
Si bien es cierto que las dificultades forman parte de nuestra existencia y que no podemos evitar que aparezcan es igual de cierto que no siempre tenemos los recursos adecuados para enfrentarnos a ellas de forma óptima. En ocasiones por estrés, enfermedad o por motivos relativos a las diferentes etapas evolutivas por las que transitan nuestros hijos nos vemos envueltos en dinámicas complejas que requieren de una intervención por parte de un experto que nos ayude a mejorar nuestras capacidades o recursos personales y familiares.
Si te encuentras viviendo alguna situación como las que acabo de describir de puedes acudir a profesionales con experiencia en terapia familiar con Patricia Maguet .
¿Cómo y cuándo es recomendable acudir?
La terapia familiar es útil para todas aquellas familias que están viviendo un momento de crisis o dificultad que desean superar. Entre los muchos problemas que se pueden tratar desde este tipo de terapia te destaco los siguientes:Dificultades de comunicación con hijos e hijas adolescentes.
Problemas de conducta infantil y juvenil.
Problemas relativos al abuso de sustancias.
Experiencias traumáticas, duelo u otras pérdidas.
Problemas de pareja de diferente índole incluidos procesos de separación y divorcio.
Adopción o acogimiento familiar.
En resumen, la terapia familiar es recomendable cuando aparece una alteración de la vida familiar debida a cualquier tipo de conflicto.
¿Cómo puede ayudar la terapia familiar a mejorar la convivencia con tus hijos?
Teniendo en cuenta los objetivos principales que persigue la terapia familiar descritos al inicio de este artículo podemos entender fácilmente que esta terapia nos va a ayudar a mejorar la convivencia con nuestros hijos porque:Ofrece un espacio seguro donde hablar sobre aquellas cuestiones difíciles que generan tensión, discusiones y/o conflicto.
Ayuda a desarrollar nuevas habilidades comunicativas para resolver conflictos y llegar a acuerdos sin recurrir a las amenazas, gritos o castigos mejorando el clima familiar.
Permite adquirir nuevas destrezas o habilidades parentales para hacer frente a conductas desadaptativas o disruptivas que manifiestan nuestros hijos.
Ofrece la oportunidad de comprendernos mejor y recomponer los vínculos afectivos que pueden haberse visto lastimados.
Propone superar patrones o dinámicas relacionales poco saludables y sustituirlas por otras más óptimas.
Fomenta la expresión asertiva de nuestras emociones y pensamientos.
En resumen, acudir a terapia familiar puede ayudar a mejorar la convivencia con nuestros hijos en situaciones que nos estén causando estrés, dolor, rabia, tristeza o impotencia.
Recordemos que para que nuestros hijos e hijas crezcan y se desarrollen de forma óptima y saludable requieren de un entorno estable y equilibrado, con límites y normas pero libre de malos tratos o relaciones enfermizas entre los miembros de la familia a la que pertenecen.
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