El día que decidí separarme, fue hace muchos muchos años, pero desde que tomé la decisión hasta que realmente saqué mi ultima maleta de esa casa han pasado muchas cosas, la mayoría regulares, porque soy muy optimista. Y todo lo hice Por mis hijos.
Ahora que se han cumplido 6 meses desde que salí de esa casa, sé que mis dos hijos están felices, y que nosotros intentamos ser lo más civilizados posible mientras estamos juntos los 4 en la misma habitación me hace pensar que igual, en esa época, no tenia razón.
La verdad, al principio pensaba siempre en mi hijo, en esa época solo tenía uno, y en que ÉL era un buen padre, aunque fuera un marido..., fui dejando pasar cosas, haciéndome cada vez más pequeña, y dandole todo el poder sobre mi vida y la de mi hijo a EL. Hasta que un día me arme de valor y sali de casa con mi hijo de la mano.
Esa situación no duró mucho, apenas dos meses, en los que Gracias a mis padres y mi familia pude darme cuenta de que yo no era menos que nadie y no podía dejarme mangonear.
En ese momento comencé a recuperar mi vida, pero "pensando en mi hijo" volví a casa.
Al mes siguiente estaba embarazada del segundo, con las cosas a medio arreglar y con la firme convicción de que no volvería a dejar tratarme así.
Pero la verdad, soy de mente abierta, demasiado buena hasta para discutir por el canal de la tv y la rutina se volvió a apoderar de nosotros.
Ojo, que no le hecho la culpa a EL, esto fue lo que yo acepté y permití, pero si lo volviera a pasar, no dejaría que sucediera.
Porque la verdad, lo que necesitan los niños son unos padres felices, juntos o separados.
Y nosotros ahora estamos demostrando que somos mas civilizados por separado que juntos, y como dice mis amigas, somos por separado nuestra mejor versión, porque el sol y la luna por separado son preciosos pero juntos son un peligro mortal.
La próxima semana tenemos nuestro primer encuentro social-escolar como padres separados... A ver como se nos dá.