Si no en las redes sociales, es esperando al ascensor y si no a la puerta del colegio, en la cola del supermercado o charlando con una amiga.
El otro día por redes pululaba la noticia de una chica de 14 años que había dado una brutal paliza a otra, lo habían grabado y posteriormente subido a Internet....
Siempre he pensado que no quiero ser madre de una victima de semejantes sucesos, pero tampoco la de uno de los verdugos.
Mi corazón se partiría en cualquiera de los dos casos.
¿Como puedo evitarlo?
No se si puedo hacerlo, solo se me ocurre intentarlo inculcándoles a mis hijos unos férreos valores:
Empatía: No le hagas a otro lo que no quieras que te hagan.
Amor propio: No permitas que nadie te haga sentir mal, no eres menos que nadie.
Libertad: Tu libertad termina donde empieza la del otro y viceversa.
Y hablar mucho con ellos, que sepan que pueden contar conmigo.
Estar atenta a las señales de que algo en ellos pueda estar cambiando bien por sentirse acosados, bien por ser los acosadores.
Y sobre todo intentar que no lleguen nunca a normalizar la violencia.
Por que hoy en día la violencia nos sigue estremeciendo,por supuesto que si, pero creo que es demasiado "fácil" "acostumbrarte" a ella, normalizarla...
Impactantes imágenes en los diarios, vídeos que viajan de móvil en móvil enseñando algún echo macabro o violento a lo largo del ancho mundo, películas cada vez mas explicitas, videojuegos que puntúan el nivel de violencia, ataques a la dignidad de las personas en cualquier programa de sobremesa y muchas veces el vocabulario y los gestos que utilizamos en nuestros propios hogares:
La mirada asesina, el apretón de mano, el zarandeo o un "estás tont@ o que te pasa"
Todo cuenta y lo hace para todos, yo seguiré intentando no ver los telediarios y mordiéndome la lengua cuando vea que voy a decir algo que no debo decir.
Fuente: este post proviene de De Mi Maternidad Y Otros Demonios, donde puedes consultar el contenido original.
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