Ayer hizo 7 años que parecía que el cielo de Madrid se iba a caer. Era como si anunciara su llegada con fuegos artificiales. Desde entonces han pasado 7 años en los que he sacado lo mejor y lo peor de mi. 7 años en los que no me han faltado risas, abrazos, ternura, felicidad. 7 años en los que he comprobado mi capacidad de dar y, sobre todo, de recibir. 7 años en los que he aprendido a escuchar, a empatizar, a sufrir sin volverme loca y a amar sin mesura. 7 años en los que, aunque llueva como aquel día, para mi siempre sale el sol. Desde ayer, llevo 7 años tocando la felicidad con la yema de mis dedos.
¡¡FELIZ MIÉRCOLES!!