1. Asegúrate de que sea el momento correcto
Los niños aprenden cuando aprenden, empezar el entrenamiento antes de que estén listos solo implica que te tardarás más tiempo en entrenarlos. Algunas señales que indican que tu pequeño está listo para dejar el pañal son:
Puede caminar y correr sin tambalearse
Tiene “periodos secos” de al menos dos horas o durante las siestas
Muestra interés por los hábitos de baño de otras personas
No muestra resistencia a usar el baño
Conoce palabras para llamar a los deshechos (como pipí y popó)
Muestra desagrado a usar un pañal sucio
2. ¿Cuántos pañales entrenadores crees que necesitas? Lleva más.
Menos es más no es la filosofía que debes adoptar cuando de pañales entrenadores se trata. Cada vez que vayas a salir de casa y pienses en cuántos pañales crees que necesitarás, lleva el doble. Empaca cambios de ropa, aunque vayas nada más al pediatra. Los accidentes suceden, los niños no llegan al baño y lo último que quieres hacer es tener que dejarles el pañal mojado hasta que lleguen a casa, porque así suceden las rozaduras.
3. Los niños grandes también se rozan
Cuando están aprendiendo a usar el baño pueden ocurrir situaciones en las que, por alguna razón, tu niño permanece mojado por mucho tiempo. Esta humedad provoca rozaduras, y tendrás que usar una pomada para aliviarlas. Asegúrate de que la pomada contenga Dexpanthenol, para que elimine las molestias desde la primera aplicación y regenere la piel más rápido.
En esos casos lo recomendable es que usen calzoncitos de algodón en lo que se mejora su piel (en lugar de los pañales entrenadores) y, si ya pasa la noche sin mojar la cama, usar ropa interior más grande (para que le quede un poco floja) al momento de dormir.
4. Ver para entender
Dejar que tu pequeño te vea usar el baño es una de las formas más efectivas de explicarle y enseñarle a hacer lo mismo.
5. El equipo adecuado
Muchos niños tienen miedo de caer a la taza de baño, y esto interfiere con su capacidad de aprender a usarlo. Lo mejor es que pueda sentarse con los pies en el suelo, en una posición que le permita inclinarse hacia adelante. Por eso son útiles los bañitos entrenadores o bacinicas, tu pequeño se sentirá más seguro y será más sencillo que deje el pañal.
Si prefieres comprar un asiento para niños (de los que se colocan sobre el asiento del baño) asegúrate de tener también un banquito sobre el cual pueda apoyar sus pies.
6. La ropa interior ayuda
Motívalos a dejar el pañal comprando ropa interior de sus caricaturas favoritas. ¡Realmente ayuda! Antes de ponersela emociónalo hablando de como ahora usará ropa interior “de grande” como la de su papá o mamá.
7. El baño es para ir al baño
No dejes que tu pequeño pase más de 15 minutos sentado en el baño, y tampoco permitas que se distraiga mientras lo usa. Si le prestas el celular o le das juguetes mientras está sentado en su bañito te tardarás mucho más en entrenarlo. Lo importante es que se concentre en la actividad que tiene que lograr, y que se sienta orgulloso cada vez que lo hace.
8. Sigue intentando
Tal vez para ti sea un proceso rápido y sencillo, tal vez sea tardado y frustrante, lo importante es que recuerdes que eventualmente lo vas a lograr. Sigue intentando, cambia de método si es necesario, habla con sus maestras o pediatras para obtener recomendaciones si las necesitas, te prometemos que eventualmente tu pequeño podrá dejar el pañal.
¡Con estos consejos básicos estás lista para empezar el proceso de dejar los pañales!
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