A veces, la vida te regala días duros vividos en un corto espacio de tiempo. Días que se hacen meses… días eternos. Son momentos que te bloquean emocionalmente y te hacen pensar, reflexionar y volver a plantear parte de tu vida.
A veces, la vida te sacude sin tu permiso aunque sabes que, todo sucede por algo y que si te hace participe de ese sufrimiento es porque debes APRENDER algo de ello.
En ese momento te haces la fuerte.
En ese justo instante reaccionas como jamás pensaste que serías capaz de reaccionar: serena, silenciosa, conteniendo la situación, sin derramar una sola lágrima, ofreciendo palabras de aliento, de comprensión a pesar de que tú no comprendes nada.
En ese momento, parte de ti se siente ORGULLOSA por cómo has cambiado,por como has crecido por dentro, por como has pasado de ser un nervio incapaz de escuchar a ser un ala pacífica, alentadora, que brilla con luz propia y hace brillar a esas otras alas rotas y sin aliento.
En ese momento, descubres que escuchar a la vida, a los momentos duros tiene sus respuestas, tiene su sentido y tiene su por qué.
Pero es tan duro reconocerlo! Casi sientes que eres la única que es capaz de sacar algo en limpio de ese DOLOR.
Es tan duro sostener y que esas otras alas sean incapaces de ver, de sentir, de asumir sus actos!. Es duro sentir que ninguna palabra será escuchada en el momento que necesitas decirla. Es duro. Pero todo tiene su momento. Todo tiene su lugar. Los minutos que pasan alivian esa situación, el aire coge un nuevo ritmo más sosegado, las palabras pasan a formar parte de un papel para que no queden en el olvido…
Y la VIDA SIGUE. El resto, no lo sé.
No sé el futuro que nos depara la vida aunque lo que sí sé es que la vida enseña, la vida nos da las LECCIONES oportunas cuando menos esperamos que eso suceda. Pasarán días, meses y años. No importa. Lo único que importa es que, con bloqueos emocionales o sin ellos, la vida sigue, continúa. Lo único que importa es que, mi vida, es mía y yo he decidido que sí quiero escuchar estas duras lecciones para aprender de ellas; quiero que cada bloqueo emocional me enseñe una nueva herramienta; quiero seguir escuchandoME, seguir compartiendo todas mis experiencias y aprendizajes.
No quiero sufrir pero es imposible así que cambio el modo de sufrir. Al menos, lo intento. A veces puedo. Otras veces, no soy capaz. Lo que sí tengo claro es que sí quiero sacar de todo la malo lo mejor para seguir creciendo, para seguir sanando… poder así seguir viviendo mi vida, como yo siento, como yo quiero, como yo espero.
El resto, tendrá que aprender a vivir la suya, con sus lecciones, con sus orgullos, con sus miedos. Nadie puede vivir nuestra vida ni nosotros vivir la vida de los demás.
Todo es único, todo es relativo…
Todo, se vea como se vea, es aprendizaje, del duro, del bello.
Simplemente.
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