Una pensaba que ya no escribiría post de este tipo, sobre la adaptación. Total, ya no somos “primerizos” en esto del cole. Y además, Pitufona ha ido muy felizmente a la guardería. O escuela infantil. O lugar donde las pequeñas personas pasan x horas durante sus primeros años. No se me vaya a ofender nadie.
Total, que un año más nos hemos sentado en la reunión general para el primer año de cole. Rogando a Odín que la adaptación hubiese cambiado a algo un poco más razonable. Pero no.
Cuando Piticli entró al cole (sin dramas) ya protesté un poco por esto. Y recibí algunos comentarios muy interesantes acerca de la necesidad de la adaptación por parte de docentes.
No me creo en poseedora de la verdad absoluta. Y si algo he aprendido como madre de dos, es que cada niño es muy diferente.
Así que entiendo que a mí me ha tocado la “lotería” con unos niños que van felices a la cole. Igual que lo iban a la guardería. Que nos hemos ahorrado dramas en ese aspecto. Por eso, una vez más me planteo la necesidad de esta locura de adaptación para TODOS los niños.
Me explico. En la guardería (escuela infantil, loquesea) hay un primer día. Ese día se toma un poquito el pulso y se va poco tiempo. El segundo o tercer día el/la tutor/a viendo la reacción del niño/a ya te marca el tiempo que debe pasar los siguientes días allí. En nuestro caso la adaptación con los dos no fue más allá del segundo día. Con otros niños duró bastantes días. Y tan normal es lo uno, como lo otro.
Hay niños que lo pasan mal (y padres) y por supuesto soy consciente. Y estoy muy de acuerdo en que a esos niños hay que meterlos en “ambiente” como a los nuevos peces. Poquito a poco. Para que al final vayan tan contentos como todos al cole.
Pero hay niños que se adaptan a las mil maravillas. Y a los que realmente esta locura de rutinas les hace pasar una semana de stress. Un día a las 9, otro a las 12, otro a las 11…
¿Qué adaptación experimentan? Cuando empiezan a estar a gusto se tienen que ir. Cuando su hermano va al cole, ella se tiene que quedar en casa hasta dos horas después. Y así, un lío.
Por supuesto, aquí entra también la dichosa no conciliación que impera en este país. Y es que intentar coordinarse en una semana con estos horarios es una de las épocas más duras del año. No todo el mundo puede cogerse vacaciones en las empresas, no todo el mundo puede permitirse días sin sueldo o tiene familia de la que tirar. La locura y el stress familiar, en mi opinión, también afectan a estos niños que empiezan, que al final se tiran todo el día de acá para allá.
Como este es un tema que tooodos los años salta a la palestra, siempre leo un montón de comentarios. Y por lo visto en algunas comunidades es opcional. O personalizado. Y me pregunto si no sería posible hacerlo así.
Así que este post, aparte de desahogo, pretende también recoger datos y opiniones diversas. Especialmente si sois docentes. O si vuestras adaptaciones son distintas. Porque a veces una solo ve lo suyo y pierde perspectiva. Así que bienvenidas sean todas vuestras opiniones.
Que la fuerza os (nos) acompañe.