Este año Pitufona dice adiós a la guardería.
Sé que ahora no se lleva este nombre. Que se prefiere escuela infantil o similar. Pero para mí es la guardería y no veo la connotación negativa del nombre.
Al contrario.
Durante casi dos años han ¨guardado¨lo más precioso que tengo.
A uno de mis hijos.
Y lo han hecho tan bien que siento cierta ansiedad de separación. Como si yo fuese uno de los niños que empiezan su andadura allí. De los que en Septiembre lloran por quedarse, y dos semanas más tarde lloran porque no se quieren ir. Que hay que sacarles a rastras del patio o de la clase. Porque cuando estás en un sitio en el que te quieren, respetan tus ritmos y además te diviertes, no te quieres ir.
Y eso nos pasa un poco a los padres. Que al final la guardería se convierte en sala de reunión, enfermería, patio y hasta confesionario. La paciencia de las profesoras y personal no solo se aplica a los niños, si no que se hace extensible a los padres. Los pesados de los padres que siempre estamos que si come, que si caga que si mira que me han dicho…
Y ellas ahí, sonriendo, explicando, tranquilizando.
Durante todo este tiempo, no solo los niños han aprendido. Los padres hemos tenido la oportunidad de asistir a la escuela de padres. Desgranar temas como la nutrición, la importancia de la música en el desarrollo o algo tan vital como aprender primeros auxilios de la mano de profesionales sanitarios. También puedes participar como p/madre integrado durante todo el día en una jornada normal de escuela. Y ver como funciona todo.
Quizá haya otras guarderías más grandes. Con más medios tecnológicos. O con alguna chorrada de moda.
Pero en ninguna habrá mejores fiestas:
San Isidro 2018
Ni más solidaria:
Carrera a favor de Save the Children
Con mejores actividades:
Educando en igualdad:
8 de Marzo Día de la mujer
Fomentando el amor a la naturaleza:
Pollitos incubados y nacidos en la guardería.
Pero sobre todo y lo más esencial. No habrá un mejor equipo humano que el de Diábolo.
Gracias Valle y Manuela. Al frente de ese despacho siempre con la puerta abierta. Siempre dispuestas a escucharnos, resolver dudas o reñirnos si hace falta como si de nuestra propia familia se tratase. Gracias por una gestión impecable, por los cientos de mails, por estar siempre al loro de todo. Y por vuestro cariño.
Gracias Inma, Rosa y María. La clase de los más peques. Donde entran gateando y salen corriendo. Por vuestro infinito cariño. Por todos los cuentos y bailes. Gracias por cuidarlos cuando están algo malitos o cuando necesitan una siesta extra por la juerga nocturna. Gracias Miriam, nuestra ave de paso favorita, nunca te olvidaremos.
Gracias Cris y Silvia. Por mantener el buen ambiente. Por las horas “extras” mientras aquí servidora se estira en Pilates. Por las chuches de contrabando y las manicuras.
Gracias Raquel, Alba y Silvia. Por prepararlos para el próximo salto importante. Pero sin presiones. Al ritmo que marca cada niño. Con paciencia y comprensión. Con ternura. Por vuestros millones de ideas. Las manualidades que harían palidecer a medio pinterest y las canciones que Pitufona tararea. Por el aguante con los niños con “carácter” como la mía.
Gracias Toñi y Jero. Por vuestros potajes que despiertan el apetito con solo abrir la puerta. Por las croquetas. Por vuestra maña dando de comer, incluso a dos manos. Y por ser las chulapas más verbeneras.
Gracias Alberto. Por haber tenido el valor de juntar a este grupo de padres y madres achacosos y ponernos a sudar. Por la paciencia ante quejidos y estallidos de risa. Seguiremos con la apnea y la faja (la muscular, no la otra).
Y gracias también al resto de padres y madres que han participado en las fiestas, en las reuniones, en los días de las profesiones y los cuentacuentos. Por crear un gran ambiente.
Este fin de semana es la graduación. Y sé que estaré tan emocionada que no seré capaz de decir ni la mitad de todo esto. Si ya estoy con la lágrima, no me quiero imaginar el sábado.
Por lo escrito aquí, y por lo mucho que guardo para mí, en nombre de toda mi familia, gracias Diábolo.
Pd. No os vais a librar de mí facilmente.
Pd2. Las fotos del post son propiedad en su mayoría de la escuela, gracias por el “préstamo”