El color y la forma de presentar cada plato suele influir mucho en el gusto de los niños. Así que, es importante utilizar alimentos de diferentes colores y jugar con las formas, por ejemplo convirtiendo una ensalada en una flor o unos huevos cocidos en barcos.
Veamos cómo se hace.
Ensalada en forma de flor
Si a tu hijo no le gustan las ensaladas, puedes probar en hacerle una más especial, como esta en forma de flor. Necesitarás rábano, pepino, tomates cherry, zanahorias, apio y hojas de espinaca fresca. Tras lavar y cortar estos ingredientes, sólo tendrás que colocarlos sobre el plato fijándote en esta imagen. Para darle un poco de sabor, alíñalo con un poco de aceite, vinagre y sal.
Huevos rellenos con forma de barquitos
Tras cocer y pelar los huevos, córtalos por la mitad y vacíalos, sacando las yemas. En un bol mezcla las yemas, con mayonesa y vinagre. Después, coloca una cucharada de esta masa en cada una de las claras. Por último, añade un poco de pimentón y coloca un trozo de pimiento en forma de vela de barco para adornar.
Brocheta de Sandwich
Sin duda, se trata de la manera más original de comerse un sandwich y a tu hijo le resultará un aperitivo de lo más delicioso. Con esta receta, podrás sorprender a tu hijo con una merienda diferente y muy fácil de hacer. Tan solo tendrás que cortar en taquitos dos trozos de pan, queso, jamón de york y colocarlos en un palillo. Además, podéis añadir lechuga, pepinillos y tomate.
¿Qué os parecen? ¿Probaréis estas recetas con vuestros hijos?
Fuente: Family Fun