En la actualidad hay muchos padres que han tenido a aprender a criar a sus hijos aún después de un divorcio. A pesar de que la separación puede ser un proceso doloroso tanto para nosotros como para nuestros hijos la verdad es que se puede ser buenos padres a pesar de la separación. El divorcio tiene dos caras: por un lado, haber finalizado con una relación difícil con el daño que supone y, por otro, el dolor de la pérdida de todos los recuerdos felices y el apoyo de la otra pareja en la crianza de los hijos.
A pesar de todo, los hijos son lo más importante en la vida de los padres y, precisamente por ello, la separación no debe alejarnos de ellos ni provocar un desamparo en su crianza, la principal pérdida en una separación se produce en los hijos. ¿Qué podemos hacer como padres? Pues lo primero y principal es no sentir rencor hacia nuestro nuevo 'ex', perdonarle por el bien de nuestros hijos y unirnos en la lucha de sacar a nuestros pequeños adelante.
Para nadie es un secreto que este proceso no es nada sencillo. En la mayoría de los casos la separación conlleva un gran conflicto por la custodia de los hijos, el régimen de visitas, la pensión de alimentos... Todo esto es lógico, pero debemos dar un paso más cuando acabe, por el bien de los menores. Nuestra separación no debe alterar más de lo debido la vida de nuestros hijos, debemos buscar ante todo la normalidad.
¿Cómo afrontas la educación de tus hijos después del divorcio?
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