Y ya se estaba convirtiendo en un problema. La hora de acostarse se hacia interminable.
"No me quiero lavar los dientes, quiero ver esto acabar, no tengo sueño..." y un largo etcétera protagonizado por mi peque. He de ser sincera y decir que a mi mayor no le costaba tanto.
Así que pensamos, vimos dónde estaba el problema, pensamos posibles soluciones y alguna consecuencia.
Todo esto consensuado con ellas, ya que así es mucho más fácil que respeten las normas, ya que las han puesto ellas. Esto es algo que he aprendido con Nuria y su curso y asesoramiento en Disciplina Positiva.
Hablando con ellas llegamos a estas conclusiones:
A mis hijas les gusta el cuento de antes de dormir (y a mi también me encanta ese momento).
Y a mi me gusta que a las nueve estén en la cama (dado que no hacen siesta y antes de las ocho tienen que estar en pie, me parece que lo mínimo que deberían dormir son 11 horas, no?)
Bueno, pues la norma y la consecuencia estaba clara:
"Si a las nueve no están en la cama, no hay cuento"
Ahora viene el momento de ponerlo en práctica, de pensar en cómo hacerlo para que cumplan, para que sepan cuando son las nueve, para no estar recordándolo 100 veces...
Y ahí ha sido donde he hecho uso de la tecnología.
He programado la alarma de mi móvil para que suene de domingo a jueves a las nueve.
Pero como esa es la hora a la que tienen que estar en la cama, hemos puesto otra alarma a las nueve menos cuarto.
Cuando suena esta primera alarma, saben que tienen que dejar lo que estén haciendo, lavarse los dientes, ponerse el pijama y meterse en la cama. DE VERDAD QUE LO HAN ENTENDIDO A LA PERFECCIÓN.
Si suena la alarma de las nueve y no están preparadas y en la cama, no hay cuento.
Os confieso que esto lo llevamos haciendo desde antes de acabar el curso pasado y, desde que lo hemos puesto en práctica, HEMOS TENIDO CUENTO TODAS LAS NOCHES (aunque en verano no lo hemos hecho, pero antes de acabar el curso y el principio de este ha sido así, jejeje).
Me encanta ver cómo cuando suena la alarma, dejan lo que están haciendo, se van a lavar los dientes y se meten en la cama. Si alguna de las dos remolonea, la otra le recuerda la norma y acaban las dos preparadas en la cama.
¿Vosotras cómo hacéis para que la hora de acostar a los peques no se convierta en una batalla campal?
Podéis copiar nuestra idea, pero acordaros de consensuarlo con vuestros peques para que no se os revelen!!!Os recuerdo que podéis suscribiros a la NEWSLETTER DEL RINCONCITO DE MAMY. Recibiréis todas las novedades en primicia.
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