Cinco aspectos de la paternidad que no tienen precio

Paternidad2


Estamos atravesando una etapa francamente dura (más dura aún de lo que ya llevamos vivido) con nuestra querida Maramoto. Dormimos poco y mal, las rabietas se suceden unas tras otras sin solución de continuidad, tenemos los tímpanos sangrando por tanto grito de la pequeña saltamontes, vestirla y cambiarle un pañal se han convertido en odiseas diarias que nos agotan desde primera hora de la mañana, el nivel de demanda ha ascendido hasta cotas extremas, tanto que me he llegado a plantear si existe algún rango superior al concepto de bebé de alta demanda, y salir a comprar o viajar en coche (cuando pensábamos que ya lo teníamos más o menos dominado) son tareas “obligadas” que se nos complican por momentos.

Sí, está siendo muy duro, y quizás por ello hoy quería hablaros precisamente de todo lo contrario, de esos pequeños momentos que compensan con creces todo lo anterior, de esos instantes que te reconcilian con el mundo, de esos destellos que te iluminan el rostro y hacen desaparecer todo rastro de cansancio. Se suceden a diario, aunque a veces el agotamiento ni siquiera nos deje verlos. Son momentos que convierten a la paternidad en algo que si se pudiese comprar, no tendría precio. Nadie tendría dinero suficiente para pagar esos instantes en los que uno no tiene más remedio que decir que sí, que ser padre es el mejor regalo que le podrían haber hecho en la vida. He seleccionado cinco de esos momentos. Podrían haber entrado muchos más, pero había que cortar por alguna parte

1. Recepciones por todo lo alto: Llegar a casa después de trabajar adquiere un significado especial desde que te conviertes en padre y, muy especialmente, desde que tu bebé empieza a ser consciente de tu ausencia. Como todo empleado no obsesionado con su trabajo, tienes ganas de acabar la jornada y volver a casa, por supuesto. Pero a todo ello ahora se suma el saber que cuando abras la puerta de casa un ser muy pequeñito te va a estar esperando con los brazos abiertos. En mi caso, Mara se pone a gritar desde que escucha las llaves y cuando abro la puerta ya está lista para recibirme con una sonrisa de oreja a oreja y un “Papá” a viva voz que repite sin cesar mientras la cojo en brazos, me la como a besos y, en su particular idioma, me hace un breve y acelerado repaso de todo lo que le ha pasado durante mi ausencia. Hogar, dulce hogar.

2. Maldita dulzura: Si hay una cosa que me derrite por dentro de Maramoto es la dulzura que, entre grito y grito, deja escapar de vez en cuando. Momentos efímeros en los que está tranquila (dentro de lo que podemos considerar “tranquilidad” en nuestra pequeña saltamontes) y subida en mis brazos, bien cerquita de mi oído, me enamora con un “papá” que es la dulzura hecha palabra. Imaginaos por un momento cómo suena ese “papá”. Con qué dulce cadencia está dicho. Tras treinta años de vida he descubierto que la plenitud tenía voz de niña y que sólo necesitaba una palabra para hacerse visible: Pa-pá.

3. Amanecer con besos y abrazos: Antes de nacer Mara, los besos y los abrazos los ponía la mamá jefa. Ahora también, pero antes toma las riendas la niña que desde hace casi 19 meses marca la mitad de la cama. Los fines de semana nuestra pequeña saltamontes se da cuenta de que el papá sigue en la cama y no se ha ido, así que al despertarse muestra más apego hacia mi que de costumbre. Hay días en que se despierta más temprano de lo habitual y, si nosotros estamos dormidos, nos desvela a base de besos y abrazos, tarea para la que no escatima en esfuerzos. Si es necesario, se sube encima de nosotros. Puedes haber dormido cuatro horas y estar agotado, pero ante semejante despertar uno no puede hacer más que empezar el día con una sonrisa.

4. Irte a trabajar feliz: Mara no suele estar despierta antes de que yo me vaya a trabajar, pero hay días que son la excepción que confirma la regla. Recuerdo, hace unas semanas, que nuestra pequeña saltamontes dormía mientras yo me lavaba los dientes y la mamá jefa se ponía ante el ordenador. De un tiempo a esta parte, Mara ha aprendido a dar sustos y para ello sigue la pauta que le hemos enseñado. Va haciendo un “shhhhhh” (de silencio) mientras anda con un paso de lo más gracioso que quiere no hacer ruido. Pues bien, estaba yo lavándome los dientes y de repente empecé a escuchar un “shhhhhhh” por el pasillo. Cual fue mi sorpresa al abrir la puerta del baño y ver a Mara, que se había bajado de la cama, caminando con ese paso tan abstracto como sigiloso, mientras seguía repitiendo el “shhhhhhhhh” camino del salón para asustar a su madre. No pude reprimir la carcajada. Ni las ganas de comérmela. Nada como irte a trabajar con la sonrisa puesta.

5. Ver a tu bebé reír: A carcajadas, si puede ser. Maramoto es una bebé muy exigente y con muchas ganas de descubrir cosas nuevas y llegar cada vez más alto, así que no es difícil verla frustrada y enfadada, llorando a lágrima viva. Un instante después, sin embargo, puede estar sonriendo, desprendiendo luz entre esos pequeños dientes que decoran una sonrisa preciosa. Me encanta verla reír cuando su mamá o su papá le hacemos cosquillas y perrerías, verla sonreír cuando es capaz de alcanzar sus objetivos y se siente satisfecha. Creo que no hay nada más hermoso que la sonrisa limpia e inocente de un bebé, nada con tanta fuerza como para hacerte olvidar un mal día, nada con semejante capacidad para hacer de este mundo un lugar más cálido y acogedor.

Fuente: este post proviene de Un Papá en Prácticas, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Etiquetas: generalandanzas

Recomendamos

Relacionado

Andanzas

Como os comenté al regreso de las vacaciones, durante el verano a Maramoto se le ha soltado la lengua. Su vocabulario, sin embargo, aún es escaso, así que entre palabra y palabra se nos cuelan un sinfín de sonidos que aún no hemos sido capaces de interpretar (tenemos a sueldo a un grupo de expertos en lengua Dothraki para que nos subtitulen las conversaciones). En las últimas semanas la mamá jefa ...

general andanzas bebés ...

Vaya por delante que este post no está respaldado por ningún estudio científico, pero había que ponerle un título para captar la atención del personal. Marketing lo llaman. Como os comenté la semana pasada, la pequeña saltamontes mostraba un rechazo absoluto por la sillita del coche. Hasta el punto de apenas poder sentarla en ella. Sin embargo, y fruto de un trabajo concienzudo de la mamá jefa, de ...

general andanzas lenguaje de signos ...

Como os comenté hace un tiempo, a finales de junio asistimos a un taller de lenguaje de signos impartido por Ruth Cañadas, de la web Otanana, que, además de suponernos el primer resfriado de Maramoto, nos resultó muy interesante. Lo cierto, sin embargo y si somos sinceros, es que empezamos muy fuerte pero pronto fuimos perdiendo constancia. El agotador ritmo que nos marca el día a día y el hecho d ...

Andanzas crianza porteo

He vuelto de las vacaciones con la espalda hecha un ocho tras patearme buena parte de Galicia con una niña de casi tres años en la mochila. O en su defecto en brazos, cuando ella consideraba que hacía demasiado calor para ir tan pegados. Mis camisetas chorreando tras sus siestas dan fe de ese calor. Y lo de las vacaciones, desgraciadamente para mi espalda, no es una novedad, porque aproximadamente ...

Andanzas adoslescencia crianza

Cuando nuestros hijos empiezan a dominar el lenguaje los padres entramos de lleno en una fase tan divertida (ya comenté en un post reciente, por ejemplo,  las simpáticas conjugaciones que hacen de los verbos irregulares) como tensa, porque a la vez que ellos hablan por los codos, lo hacen sin filtro alguno, disparando a discreción sin atender a las consecuencias. Por regla general, éstas consecuen ...

Andanzas crianza nostalgia

El tiempo pasa y lo hace, además, muy rápido. Hay una bloguera y amiga, nuestra querida Paula de Sin Chupete, que tiene poco tiempo para escribir, pero que cuando lo hace consigue que merezca la pena la espera. Hace ya nueve meses, bajo el título “Lengua de trapo”, escribió un post que refleja a la perfección, de forma tan poética que en dos párrafos consigue desarmarte, ese paso del t ...

general andanzas caminantes ...

The Walking Dead cerró la semana pasada su quinta temporada dejando a todos sus seguidores (entre los que nos incluimos los papás en prácticas de Maramoto) sin aliento y con el corazón en un puño (No, no sufráis que no voy a hacer ningún spoiler). Al finalizar el último capítulo, y mientras hacía apuestas con la mamá jefa sobre los giros que podría dar el guión en la próxima temporada, me dio por ...

general andanzas conciliar el sueño ...

Últimamente me topo mucho con situaciones propias de la Ley de Murphy, rebautizada como Ley de Mara en los confines de la tierra dominados con mano de hierro por Maramoto. Y me sucede mucho, especialmente, en lo que respecta a este blog. Tengo un tema para escribir, una pauta de comportamiento que nuestra pequeña saltamontes empieza a interiorizar y a marcar como rutina, y en cuanto pienso en escr ...

general andanzas conciliar el sueño ...

Últimamente me topo mucho con situaciones propias de la Ley de Murphy, rebautizada como Ley de Mara en los confines de la tierra dominados con mano de hierro por Maramoto. Y me sucede mucho, especialmente, en lo que respecta a este blog. Tengo un tema para escribir, una pauta de comportamiento que nuestra pequeña saltamontes empieza a interiorizar y a marcar como rutina, y en cuanto pienso en escr ...

general andanzas bebés ...

Señores, señoras, compañeros de batallas varios, lectores habituales de este blog (No sé cómo he logrado engañaros para que me acompañéis en esta aventura), intrépidos navegantes de internet que algún día llegaréis por azar a este post buscando cualquier cosa en google: Os tengo que confesar una cosa. A todos. Hemos entrado en una fase de milagros. Vida y milagros de Maramoto, para ser más exactos ...