La realidad es que no es muy difícil distraer a un niño en el coche, tan sólo hay que conocer sus gustos (cosa que todo padre puede deducir fácilmente) y saber cómo aprovecharlos dentro del limitado espacio que ofrece un coche. Aquí unas sencillas sugerencias:
Darle un juguete
¿Básico verdad? Pero lo cierto es que muchas veces preocupados por el viaje nos olvidamos hasta eso. Toma uno de sus juguetes y deja que lo lleve consigo en el coche. Cuando son muy pequeños se distraen con cualquier cosa. Algo perfecto para los más pequeños son las muñecas o los peluches.
Cantar todos juntos
Graba un CD con las canciones infantiles que más le gustan, y canta con él todo lo que el niño aguante. Él realmente se lo pasará muy bien y también es una forma de animar a todos los ocupantes del coche.
Cansar al niño
Antes de iniciar el viaje, concretamente algunas pocas horas antes, podemos llevar al niño al parque a que juegue, corra o gatee, cualquier cosa funcionará si con ello consigue cansarse. Si la distancia que hay que recorrer en el viaje es muy larga podemos pedirle a un familiar que lleve al niño de paseo mientras los mayores descansamos. Un plan perfecto si vivimos cerca de la costa es pedir a los abuelos (u otro familiar) que lleve al niño a la playa, allí con el agua y jugando con la arena se cansará rápidamente.
¿Y en qué me ayuda esto a mí? Pues sencillo, cuando llegue la hora del viaje descansará plácidamente en el coche y aunque tan sólo sean 2 horas, el viaje será un poco menos agotador. Éste método es especialmente recomendado para los viajes más largos.
¿Has probado alguno de estos trucos?¿Cuál es tu preferido?