Una de las tareas más complicadas para los padres es conseguir que sus hijos vayan al baño solos. Educar a los hijos para que vayan solos al baño no es nada fácil, debemos tener mucha paciencia y saber que surgirán complicaciones. Pero también es cierto que todos los niños lo consiguen tarde o temprano por lo que llegado el momento, sabremos educar a los hijos.
¿Por dónde empezar a educar a los hijos para que vayan solos al baño? Sobre todo para los padres primerizos puede hacerse cuesta arriba este momento. Sin embargo, debemos permanecer alerta a los síntomas que indiquen que nuestro hijo esté preparado y ponernos manos a la obra cuanto antes. Existen pequeños consejos que os ayudarán a educar a los hijos, en este reportaje os damos todas las claves.
¿Está preparado?
Aunque parece que fuera ayer cuando tuviste que cambiar el pañal a tu bebé, el tiempo pasa muy deprisa y puede que esté listo para aprender a hacerlo por sí solo. Sin embargo, no existe una edad predeterminada para educar a los hijos para que vayan solos al baño, aunque lo habitual es que estén preparados entre los 18 y los 24 meses. Para saber si ha llegado el momento, sólo hay que saber detectar algunos síntomas.
Para empezar, el niño tiene que saber andar por sí mismo con firmeza y estabilidad. Además, tiene que saber sentarse y tener la suficiente fuerza como para bajarse los pantalones. También debemos percibir que orina con frecuencia y que le va molestando tener sucio el pañal. Por último, es muy importante que sepa exactamente cuándo tiene ganas de hacer pis y lo comunique. Existen muchas más indicaciones pero si ocurre esto, está preparado.
Los primeros pasos
Los niños pequeños aprenden mediante la imitación. Por eso, ver cómo hacen pis su papá o mamá es importante, además de natural, por ello, si tu hijo demuestra curiosidad permítele que vea hacer pipí a algún pariente cercano.
El siguiente paso es preparar el equipo necesario para que el niño aprenda. La mayoría de los expertos recomiendan comprar un orinal infantil para el periodo de adaptación. No sólo porque el niño lo sentirá suyo y personal, sino porque también se sentirá más seguro que sobre el inodoro, por ser demasiado grande. En caso de no usar el orinal portátil, tendremos que adaptar nuestro inodoro con un asiento infantil, si es así necesitaremos un banquito o escalera para facilitar el acceso del niño al inodoro.
Trucos muy eficaces
La experiencia es la mejor ciencia, por eso, si tienes mamás que hayan experimentado este proceso recientemente, lo mejor es consultar con ellas cómo ha sido su experiencia. Recopilando alguno de los consejos más eficaces, podemos destacar el de personalizar su ropa interior. Si dejamos que lleven a sus dibujes preferidos en las braguitas o calzoncillos, será más fácil convencerles de no mojarles.
Por otro lado, sabemos que lo peor de este proceso es que el niño se haga pis cuando sale a la calle. Si tienes niña, puedes evitar ir cargado con ropa para cambiarla poniéndole un vestidito, al menos evitaremos que sufra vergüenza en público.
Lo más importante es no perder la paciencia, no castigar a nuestros hijos por hacerse pis encima, ni regañarles. Debemos premiarles cuando consigan hacer pis en el inodoro. Poquito a poco conseguiremos el objetivo y la espera habrá merecido la pena, ¡nuestro pequeño se hace mayor!
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