Sin darnos cuenta el ritmo de vida en ocasiones tan acelerado que llevamos no nos permite detenernos a observar aquellas habilidades que nuestros hijos van desarrollando en el tiempo. Alguna vez no has dicho "no sé en qué momento aprendió a pelar su fruta" o "no me di cuenta como lo aprendió". A veces la prisa nos juega una mala pasada, la necesidad de hacer las cosas rápido no nos permite darle la oportunidad de "hacer" a nuestros hijos, por otro lado nuestro miedo por protegerlos también nos impide dejarlos actuar.
¿Qué es la autonomía?
Los seres humanos desde que nacemos somos por naturaleza autónomos, nos autogobernamos y somos capaces de tomar decisiones y actuar en cuestiones relativas a uno. Autonomía en otras palabras no es más que ejecutar con convicción y decisión algo para uno mismo.
Un niño es autónomo, cuando es capaz de realizar acciones competentes utilizando un repertorio de recursos que responden a un determinado nivel de su desarrollo para lograr su objetivo.
¿Cómo motivar la autonomía en mi hijo?
No te sucede que cada día tu hijo te demuestra ser más independiente y tiene la necesidad de hacer todo por sí mismo, se siente capaz, su autonomía se está manifestando, lo empodera y eso lo hace sentirse bien.
Considero que nuestro ritmo de vida tan atareado, directamente influye en nuestra dinámica familiar y propicia en nuestros hijos la independencia y autonomía. Debemos aprovechar esta oportunidad para llevar a la práctica el fortalecimiento de sus habilidades.
Ofrécele la oportunidad de realizar algunas tareas sencillas de la rutina de tu hogar, usa los momentos del sueño, comida, higiene, juego para iniciar este proceso. Las rutinas, al ser constantes favorecerán a que las actividades se realicen de manera cotidiana, el niño podrá equivocarse y fallar repetidas veces y volverlo a intentar con total tranquilidad. Ten en cuenta que es un proceso de aprendizaje y deberás ser paciente y tolerante ante las equivocaciones que puedan surgir en el proceso. Tu función deberá ser la de un acompañante, más no debes intentar interferir para resolver o finalizar por ti misma las actividades. Pues lo que lograras con eso es darle un mensaje equivocado al niño "que no puede", "que no es capaz" de hacerlo bien y sobre todo que no confías en él. Todo lo contrario deberás darle la oportunidad de llevar a cabo la práctica de estas con total libertad.
Debes evaluar bien que actividades puede realizar tu hijo de acuerdo a su edad y capacidades, no exigirle más de lo que en ese momento no está a su alcance. Es importante también preparar todo lo necesario para que cumpla con la actividad.
Actividades que fomentan la autonomía
Aquí te dejo algunas actividades para que puedas poner en práctica junto a tu hijo.
Ordenar los juguetes en el cesto
Colocar la ropa sucia en el cesto de ropa
Ayudar a poner la mesa (los individuales, cubiertos, servilletas)
Ponerse las medias, zapatos (colaborar en el cambio de ropa)
Ayudar a pelar algunos alimentos (frutas y verduras)
Ayudar a limpiar la mesa o algunos muebles
Botar su pañal al tacho
No olvides que fomentar la autonomía es una tarea difícil requiere tiempo, paciencia y entrega. Dale la oportunidad a tu hijo de desarrollar todas sus habilidades y veras en el tiempo los frutos de este maravilloso proceso.
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