Dar de comer a un bebé que se inicia en la alimentación complementaria requiere echar mano de vez en cuando de un poco de imaginación, para que la comida a ofrecer no se vuelva monótona. A mi al menos me cuesta mucho trabajo no repertirme, si bien se me ocurren muchas ideas y recetas, lo cierto es que con la vorágine del día a día acabo tirando por lo sencillo.
Así que intento ir anotando ideas que puedo llevar a cabo fácilmente y, sobre todo, que no se me olviden en el momento de hacer la comida. Con el robot de cocina Nutribaby tengo la ventaja de cocinar fácil y rápido, así que solo me queda acostumbrarme a variar los alimentos y probar nuevas recetas, por lo que estoy disfrutando mucho de la experiencia de probarlo.
Estoy encantada no solo por lo mucho que me facilita la vida, así prepare un puré o alimentos al vapor sin triturar para ofrecérselos tal cual a mi pequeño -a igual que con los mayores, voy alternando lo uno con lo otro según pueda o me de la vida-, sino porque me permite preparar una cantidad muy digna para poder tener varias raciones congeladas y tirar de ellas cuando me haga falta.
Este mes vuelvo con una receta dentro de la Misión Nutribaby Familia, para toda la familia sana, deliciosa, fácil de preparar, cocinada con el robot Nutribaby de Babymoov con el lujo de contar con productos de primerísima calidad, como son las cestas de fruta y verdura de Disfruta y verdura, que este mes ha sido un regalo para todos los sentidos.
El contenido de la cesta ecológica de Disfrutayverdura
Imagínate la cantidad de recetas que se me han ocurrido nada más abrirla y ver su contenido:
Un manojo de zanahorias
Un manojo de espárragos trigueros
Una bolsa de judías verdes
Tomates pera
Tomates cherry
Patatas
Plátanos
Manzanas
Peras
Albaricoques
Una caja de picotas
Con las verduras pude preparar un salmorejo -el tomate pera es ideal para este plato frío-, una ensaladilla rusa -judías verdes, patatas y zanahoria, poco me faltaba para completar el plato-, un rico risotto con trigueros -de pecado absoluto-, ensalada de judías verdes con patata, y por falta de tiempo -que no de zanahorias- me quedé con las ganas de preparar una carrot cake.
La fruta se acabó aún más rápido. Las manzanas, peras y plátanos se las comieron mis tres tesoros, los albaricoques y las cerezas fueron mi pecado personal, porque a los niños no les gustan -bueno, al peque le di a probar albaricoque y el tacto no le hizo mucho tilín-, y he de decir una cosa: hacía mucho, pero que mucho tiempo, que no probaba unas cerezas y albaricoques como estos. De hecho no suelo comprar albaricoques porque me cabrea mucho darles un bocado esperando su textura carnosa y el sabor tan característico que tienen, para encontrármelos insípidos y ásperos. Estos albaricoques son un regalo para el paladar, grandes como puños además, y deliciosos. Las picotas ídem, un tamaño que no encuentro en las fruterías que tengo a mano y un sabor de morir de gusto.
Como este mes en la caja predominaba la fruta, a pesar de que he preparado deliciosas recetas con la verdura, he decidido publicar una receta de fruta, para alternar el tipo de recetas, ya que el mes pasado fue el turno de las verduras con la receta del puré de guistantes tiernos y zanahorias, y dar ideas para consumir fruta en diferentes presentaciones.
Aunque he de decir que el contenido de la cesta voló en a penas unos días, y es que no me extraña con semejante género.
A mi peque le gusta la fruta natural, o sea, le doy el plátano madura, la pera blandita y le encanta, pero juega más que come, algo normal también. A mi los purés de frutas no me gustan, una mezcla de sabores y ninguno definido, y a él tampoco le hace mucha gracia. Pero tenía la espinita de probar la fruta en compota, algo que no había preparado nunca, y ahora tenía una oportunidad estupenda de hacerlo.
La principal ventaja de la compota, para mi gusto, es que se conserva mejor que el puré de fruta tradicional, en caso de hacer más cantidad de la que se come o de querer llevarla preparada a la calle, ya que al estar cocinada la fruta no se oxida y la cocción al vapor no solo preserva los sabores sino que los acentúa.
Cocinamos con Nutribaby: Compota fría de plátano y pera
Bueno, vamos con la receta, que además de riquísima no puede ser más sencilla, ¡no me digas que no te lo pongo fácil!
Ingredientes: Dos o tres plátanos (o al gusto, según los comensales)
Dos o tres peras (ídem que el plátano)
Preparación:
- Pelamos la fruta, la cortamos en trozos y la disponemos en las cestas de Nutribaby
- Añadimos agua en el lugar indicado para ello en la Nutribaby, programamos 20 minutos y dejamos cocer hasta que el robot nos avise.
Como el plátano es algo más denso que la pera, he puesto en primer lugar el plátano en la cesta inferir, dejando que se cocine 10 minutos, y luego he añadido la pera en la cesta superior los últimos 10 minutos de cocción.
Para hacer el puré:Pasamos los alimentos hervidos al vaso de la batidora y batimos en intervalos de 5 segundos hasta que el puré esté a la textura deseada.Una vez hecho, reservamos en un recipiento a parte para que enfríe y luego lo metemos en el frigorífico para que el resultado sea una compota fresquita y muy veraniega, que podemos servir en raciones individuales.
Listo. Con estas calores tendrás un postre o una merienda perfecta, muy natural, con la concentración de los sabores de las frutas y súper refrescante, que tanto tu bebé como la familia podréis disfrutar a gusto, es una manera diferente de comer fruta y que incluso te sirve para hacer repostería, rellenar creps, como guarnición para carne, para untarla en tostadas... ¡las posibilidades son infinitas!.
¿Qué te parece tomar la fruta en compota?
¿Has probado a dársela a tu bebé con esta textura?
¿Cuál es su fruta favorita de verano?
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