Hace bien poquito nos enteramos de que la psicóloga Rosa Jové, gran defensora de la crianza respetuosa y con apego, iba a hacer una conferencia bien cerquita de nuestra casa, gracias a la Lliga de la Llet de Catalunya, así que nos decidimos a acudir. ( Si apretáis sobre el lenlace de la LLC, podréis ver todas las novedades que ofrecen).
La charla ha sido muy amena, entretenida y cercana, por lo que hemos salido encantadas de allí. Por eso creemos que todos los que no habéis podido ir, podéis consultar aquí, a grandes rasgos, todo lo comentado durante la conferencia.
La charla la ha estructurado en dos partes diferenciadas: sus explicaciones con el apoyo de diapositivas y el turno de preguntas.
Para empezar un gran apunte:
"CADA UNO TIENE QUE DORMIR COMO LO QUE ES. LOS NIÑOS COMO NIÑOS; LOS ADULTOS, COMO ADULTOS; LOS ANCIANOS, COMO ANCIANOS"
El gran problema que encontramos en la mayoría de los niños es la falta de sincronía entre los horarios del niño y lo establecido cómo "normal".
No todos los niños duermen a la misma hora ni necesitan las mismas horas de sueño. Algunos son más diurnos que nocturnos, y a la inversa. Tendemos a terribilizar todo aquello que se desvíe del punto medio de lo que es considerado normal, influidos por la cultura y la sociedad en que nos encontramos.
Hay una serie de datos importantes a tener en cuenta en referencia al sueño:
- Los niños requieren de un mayor número de fases de sueño profundo, porque su desgaste es mayor que el de los adultos o ancianos.
- Todos tenemos despertares durante a la noche. TODOS. Pero los adultos gracias al aprendizaje, hemos ido modificando nuestra conducta ante esos despertares llegandolos a hacer imperceptibles. Los bebés no tienen ésa capacidad. Necesitan aprender con nuestra ayuda a ir modificando esos despertares.
- Los niños tienen ciclos más cortos y más fases REM durante el sueño. En la fase REM es donde se generan los sueños, donde se integran y reorganizan las emociones y los aprendizajes.
- El sueño es evolutivo y madurativo, por lo que es completamente normal que los niños se despierten frecuentemente durante la noche, cerca del 80% de los niños lo hacen.
- Los niños menores de 7 meses tienen el sueño desorganizado. Por ello es muy difícil tratar de actuar durante esos meses.
- Sobre los 6 meses se produce un periodo de despertares más frecuentes, pero como ya hemos dicho, el sueño es evolutivo y madurativo, por lo tanto éstos se irán reduciendo poco a poco.
Dormir sin lágrimas, Rosa Jové
RECOMENDACIONES PARA EL SUEÑO
1- Lo principal: Que el niño tenga sueño. Si el niño no tiene sueño o tiene demasiado sueño, será muy dificil hacerle dormir.
2- Que la casa invite al sueño. No es necesario cerrarlo todo, apagar todas las luces o hacer silencio absoluto. Sólo necesita que haya un ambiente relajado, acogedor y sin estruendos.
3- Usar rutinas si le son útiles. Por ejemplo, con el baño hay niños que se excitan, por lo que sería mejor que se llevase a cabo durante la mañana; pero si, por el contrario, le sirve para relajarse, hacerlo.
4- Que aquella persona que lo acueste sea uno de los cuidadores primarios. No debe ser alguien desconocido para el bebé, porque eso le repercutirá en la adquisición del sueño.
QUÉ HACER SI SE DESPIERTAN
Muy ligadas a las recomendaciones anteriores, Rosa Jové propone cuatro consejos para los despertares nocturnos:
- Si el niño mama, darle el pecho rápidamente para que se calme. A menudo siguen durmiendo después de tomar un poco de leche.
- Atenderle rápidamente cuando notamos que se está despertando. A veces, con solo acunarlo o acariciarlo un poco, siguen durmiendo. Si esperamos a que llegue a llorar o a despertarse, corremos el riesgo que se desvele...
- Es importante que acuda un cuidador primario. Si el bebé mama, debería acudir la madre para poder darle pecho.
- Si empleamos ciertas rutinas para inducirlo al sueño cuando lo metemos en la cama... ¿ porque no usarlas también ante los despertares? Por ejemplo: si le cantamos una canción para que se duerma, ante un despertar, volverla a cantar.
Rosa Jové es una fiel defensora del colecho y durante la charla ha aportado datos muy interesantes de otros países y culturas, con el ejemplo de Japon, donde el 94% de la población colecha e incluso venden camas de hasta tres metros en las tiendas normales de decoración.
El colecho es considerado como algo "tabú" o incluso como algo mal visto por algunas personas. Ésto es el resultado de la influencia de la indústria y ciertos aspectos de la cultura. Si se practicase colecho de modo habitual en todas las familias, los negocios de cunas, moises, camas pequeñas,etc. irían a la quiebra...
¿ Aporta realmente beneficios colechar? SÍ. Clara y rotundamente. Es algo beneficioso para el niño y para la madre, sin duda. Reduce el insomnio ( tanto infantil como de adulto), hay un mejor desarrollo psicomotor y menos probabilidades de muerte súbita, entre otros.
Los principales detractores de ésta práctica son los conocidos métodos de adiestramiento, en España liderados por el Dr. Estivill. Pero...¿ Es beneficioso emplear éstos métodos? ¿ No conllevan consecuencias para el niño? NO y SI.
Por un lado, no son beneficiosos porque éstos métodos implican llanto. Cuando un niño llora, se estresa. Eso genera un aumento de la hormona cortisol y afecta a zonas del cerebro como el área de Broca ( encargada del lenguaje). Pese a que el niño se acabe durmiendo, será porque para contrarestar los niveles de cortisol, segrega serotonina y endorfina (hormonas opiaceas). Pero los niveles de cortisol seguirán siendo altos.
Las consecuencias que éste tipo de experiencias conllevan para el niño son ( algunos a largo plazo): Indefensión aprendida, dificultades del aprendizaje, trastornos depresivos y de ansiedad y afectaciones en la conducta afectiva entre otras.
¿ A qué se deben los despertares nocturnos?
Como ya se ha comentado más arriba, los despertares son completamente normales. Los motivos de que éstos sean bastante frecuentes pueden ser por: trastornos del sueño ( ésto habría que consultarlo con un psicólogo infantil), por terrores nocturnos, pesadillas, apneas de sueño, vegetaciones, descompensaciones horarias,...
Así, es importante hacer un registro de los despertares y estudiar las posibles causas, pero de manera individualizada. Y acudir a un profesional para un mejor diagnóstico.
Pese a ésto, en la mayoría de casos se encuentra que el problema es solamente la falta de sincronía entre los horarios establecidos y las necesidades del niño. Así, es posible que observando más detenidamente las necesidades de nuestro peque, logremos encontrar un equilibrio. Quizás nuestro pequeño necesita reducir las horas de sueño durante el día o adelantando las horas de la siesta, influyendo así en el sueño de la noche. Quizás sea un niño de dormir tarde y nosotros lo estamos "forzando" a que se duerma pronto.
Hay que tener en cuenta que los niños cuando maman duermen a menudo. Puede que nuestro peque no duerma nada durante el día y, sin embargo, duerme 12 horas durante la noche o duerme 5 horas a la noche y 7 en siestas durante el día... en ambos casos el niño está teniendo un sueño " normal" porque los dos duermen las 12 horas que necesitan.
Os recomendamos que os leáis el libro Dormir sin lágrimas, de Rosa Jové, donde encontraréis ésto y muchísimo más y donde, sobretodo, lograréis encontrar la tranquilidad necesaria ante un tema que preocupa a tantos papis.
Os enlazamos una página dónde los internautas le realizan consultas a Rosa :Dormir sin lágrimas
Para acabar, queríamos dejaros algunas fotos realizadas hoy en la sala dónde se ha hecho la charla, que pertenecen al III Concurso fotográfico Silvia Davins ( podéis participar para la próxima edición).
Nos despedimos con una frase de Rosa Jové de la conferencia de hoy, que nos ha sacado una sonrisa:
" Pronto los niños deberán llevar una camiseta donde ponga " Disculpen las molestias, estoy aprendiendo""
Fuente: este post proviene de Un Mundo de Burbujas, donde puedes consultar el contenido original.
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