Ahora, la pregunta del millón ¿cómo logré hacer que duerma toda la noche? ¿Cuál de todas las técnicas que utilicé fue la que funcionó? Las que me leen saben que use varias y de todos los tipos (ver acá) Pero, en su momento ninguna me dio resultado. Así, pues definitivamente no fueron los consejos ni las técnicas de Tracy Hogg, ni el método del Dr. Sears, ni las lecciones del Dr. Ferber, ni ninguna de las técnicas y métodos convencionales, pues no los utilicé. Como ya había dicho antes, nunca utilicé estos métodos con mis hijos mayores, así que tampoco lo hice con mi última hija.
Ahora, tampoco sé si fueron los San Benitos debajo de su cuna, o el agua bendita con la que duerme ahora o las múltiples pasadas de huevo. No lo sé, y no lo creo.
Para mí, dormir en la noche siempre ha sido algo que los niños aprenden solos. Por eso me desesperó tanto que ella no durmiera corrido (ver acá). No creo en las técnicas ni en los entrenamientos (aunque sé que hay gente a la que le funcionan muy bien). Para mí, uno sólo puede ayudar a los niños con una rutina estable y un medio ambiente agradable y cómodo para dormir. Yo creo que el sueño es cómo me lo explicó el neuro-pediatra al que consulté: viene de la mano con la maduración del cerebro del bebé y esto tiene que ver con su crecimiento y desarrollo neurológico, el cual ?en los temas relacionados al sueño - se da por completo recién alrededor de los 2 años. Lo que quiere decir que, algunos niños, recién a esta edad duermen bien y de corrido. ¿De terror, no? Doy gracias a Dios, que para mí no ha sido así aunque un año y medio es bastante también.
En fin, realmente no me importa mucho cómo ni por qué es que mi hija finalmente duerme corrido toda la noche. Lo único que me importa es que lo está haciendo y por fin yo ya puedo descansar en las noches y disfrutar de mis 8 horas corridas de sueño como Dios manda. ¡Amén!