Nos pasa a muchas. En el embarazo tenemos un trompo que despierta en las noches y no nos deja dormir y que en el día es quietito y duerme. Esto es muy común porque nuestro movimiento en el día arrulla al bebé en la panza y por eso se duerme.
Cuando nacen, siguen igual. Duermen delicioso todo el día y nos hacen fiesta toda la noche. ¿Y ahora? ¿Qué podemos hacer para que cambien su horario?
Si me siguen saben que me pasó lo mismo con Felipe. Emilia Ponce, de Emilia Ponce Sleep Consultant, me compartió unos tips esenciales para lograr que nuestro recién nacido cambie sus horarios y duerma mejor en la noche. Les cuento que fue lo que hicimos y en cuestión de unas dos semanas teníamos un recién nacido que dormía mucho mejor, pero considerablemente mejor.
Rutina rutina rutina
Este es el primer punto. Es lo más importante. Esto es algo que ya lo hacíamos y que he hecho con mis tres hijos pero es en verdad esencial. Debemos crear una rutina en la noche antes de dormir así como una mini rutina antes de las siestas para que el bebé empiece a reconocer que la hora de dormir se acerca. Parecería exagerado, ¿cómo un bebé recién nacido va darse cuenta?, pero les prometo que si saben.
Nuestra rutina consiste en:
Baño
Le ponemos el swaddle o sleep sack
Lactancia.
Le acuesto en su cuna despierto pero relajado. (Más sobre esto en un post que compartiré después sobre fomentar buenos hábitos de sueño en el recién nacido)
Muchas mamás tienen miedo o no les gusta bañar a los bebés de noche por el frío. Pero el baño es realmente importante porque es un elemento completamente distinto al resto del día. El terminar el día con este elemento les da una clara señal de que el día llego a su fin.
Si tienen miedo del frío podemos calentar el baño o el cuarto con un calefactor acompañado siempre de un humidificador para no secar el ambiente porque eso congestiona.
Otra sugerencia que da Emilia es que las rutinas durante el día en otras ocasiones también ayudarán, si implementas una misma dinámica al despertar de la siesta, señalarle que ya vamos a comer, son ejemplos de pequeñas cosas que podemos implementar que van a funcionar distinto en el día que en la noche.
Distinción en sonidos e iluminación
Esto quiere decir que en el día y en la noche debe haber una distinción total entre los sonidos e iluminación que está expuesto el recién nacido.
Sonidos:
Durante el día no hay necesidad de parar el funcionamiento normal de la casa, los bebés dentro del vientre materno están expuestos a una gran cantidad de bulla.
Siempre hay la tía que anda diciendo “SHHHHH el bebé está dormido”.Esto no es necesario, y al exponer al bebé a los sonidos normales durante el día le facilitamos hacer una distinción entre día y noche.Emilia me sugería, por ejemplo, darle de lactar con música, hablándole en tono normal o si quisieras cantándole. La dinámica en la noche será distinta porque queremos evitar el estimularlo y cuando se da esta diferencia ellos empiezan a tener una mejor idea de cuando es el día.
Al amanecer le hacemos saber que la noche termino hablándole con un tono de voz fuerte y abriendo las cortinas, lo que nos lleva al siguiente punto.
Iluminación:
La luz también es un elemento importante para que distingan el día de la noche. Al amanecer abrimos las cortinas, hablamos con un tono de voz más alto y sacamos al bebé de la habitación para darle de comer en otro lugar, buscando que sea un lugar muy iluminado. En la noche, hablamos solo si es necesario con un tono de voz muy suave, cerramos siempre las cortinas e incluso en las cambiadas y comidas de la madrugada solo encendemos una luz suave que nos ilumine muy poco.
Esto también implica que cuando lo acostamos ya para la noche, por más que sigamos despiertos nosotros, debemos apagar la tele y las luces (generalmente el recién nacido comparte el cuarto con sus padres al comienzo), por mas que esté dormido y muchas veces esto no lo hacemos, es importante y hace la diferencia.
El tema de la luz, me explicó Emilia es una cuestión química, es importante que el bebé esté expuesto a bastante iluminación en el día para que al darse el cambio a la oscuridad la producción de melatonina se potencie. Los bebés son muy sensibles a estos cambios por lo que el encender más luz de la necesaria va a inhibir la producción de melatonina, la luz es uno de los mayores disruptores, esa es la razón por la que es recomendable mantenerla al mínimo posible y por la cual el mantener luces bajas durante su rutina de sueño lo ayudará a estar más preparado para dormir.
Asegurar comidas completas
Esto no quiere decir que no podemos dar de lactar a demanda y que tenemos que tener un horario fijo para comidas. Pero lo que suele pasar con los recién nacidos es que se duermen lactando o comiendo. Si los dejamos, va a pasar que enseguida van a querer lactar o comer nuevamente, y lo harán así todo el día. Ninguna comida será completa y pasarán todo el día comiendo “pequeños snacks” y durmiendo de poquito en poquito.
Lo que pasará en la noche es que van a necesitar compensar las calorías que no obtuvo durante el día y por esto se van a levantar con más frecuencia. ¿Cómo logramos comidas completas? Cuando empezamos a darles de comer asegurarnos que no se queden dormidos a media comida y que se llenen. Podemos desvestirles un poco para que se despierten, cambiarles el pañal antes de comer o incluso en la mitad de la comida, o hacerle un poco de cosquillitas en la espalda o pies. Si nos aseguramos que se llenen cuando comen les prometo que ellos mismos van a espaciar sus comidas con más horas y no van a querer comer todo el día y toda la noche. Emilia también recomienda el darles de comer después de la siesta, así estarán bien descansados y con más energía para la succión.
Conservar las siestas
Esto también es muy importante. Si un bebé llega a la noche agotado del día y mal dormido, tampoco va a dormir bien en la noche. Emilia siempre me comentó que aunque a veces pensamos que mientras más tiempo despierto pasa el bebé en el día mejor va a dormir en la noche esto es falso. Debemos conservar las siestas para que las noches sean mejor, el agotamiento no ayuda a nadie. Con un recién nacido esto quiere decir que debemos ayudarnos del chupón, mecerles o tenerles en brazos para lograr prolongar las siestas y está bien a esta edad, lo importante es intentar preservar el tiempo de descanso y no llegue agotado a las noches.
Aplicando estos fabulosos tips de Emilia Ponce, logramos mejorar el sueño de Felipe y al fin logramos que sus días y noches que estaban mezclados se arreglen. Espero les sea útil si alguna se encuentra en esta etapa.
Foto por Kay García
Fuente: este post proviene de Aprendiendo a Crecer Blog, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
