Miró las fotografías de hace dos años y siento que no creciste gradualmente, sino que de pronto me cambiaron a mi niña por una jovencita. El tiempo se me ha ido en un suspiro, y te miro correr hacia tu autonomía, hacia tu juventud, hacia tu libertad. A veces siento temor, todos los cambios se han venido tan rápido que apenas tengo tiempo de asimilar, de asimilar que ya no dependes más de los brazos de mamá, que ya poco te interesa jugar con mamá, que ya no me pides ver caricaturas, más bien quieres ver series y películas románticas, y que ahora es más divertido estar con tus amigas. Pero antes de que siga pasando el tiempo, quiero detenerme un momento para abrazarte y para darte las gracias...
Creo que nunca me detuve a mirarte y a agradecerte el hecho de que seas una grandiosa hermana, a pesar de todos esos años de diferencia, has sido la mejor, la mejor hermana del mundo, no tengo dudas. Y jamás te he preguntado cómo te sentiste cuando nuestro mundo cambio drásticamente, cuando tuviste que aprender a compartir, no solo los juguetes, sino a papá, mamá, a los abuelos, la vida entera con ese pequeño ser que ahora te llama "tú manita".
Quiero decirte que estoy profundamente orgullosa de ti, porque me hiciste todo más fácil, aceptaste con calma los cambios, los tiempos en que papá y mamá solo iban y venían al hospital preocupados por la salud de tu hermana, y tu esperabas con paciencia. Y cuanto más centrados estábamos en ello, tu seguías siendo la misma niña, y tus notas hasta iban mejorando, más autónoma te volvías. Desde muy pequeña tuve que dejar de ir a despertarte, tú lo hacías sola, te alistabas para la escuela y realizabas tus tareas. Y seguiste siendo paciente cuando tu hermana comenzaba a tomar tus juguetes, tus apreciados juguetes, y seguiste siendo paciente cuanto tu hermana sólo quería ir tras de ti. Y sigues siendo paciente cuando esa pequeña hace destrozos y se escapaba a tu cuarto y quiere todas tus cosas. Estoy segura que eso pasa, porque tu hermana, al igual que yo, te admira profundamente.
Quiero tenerte entre mis brazos, y deleitarme al contemplarte, porque para mi siempre serás mi bebé, mi gran amor, mi primera ilusión de ser mamá y siempre tendrás un lugar irremplazable en mi corazón.
Gracias por ser esa niña tan maravillosa, gracias por compartir tu amor desbordante con tu hermana, para mí no hay satisfacción más grande que ver cómo se aman.
Mi amor no se dividió, ahora sé que simplemente se multiplicó, y a cada una la amo inmensamente.
Nada más deseo en la vida que verte feliz, busca siempre eso, tu felicidad. Yo siempre te acompañaré y te guiare.
Te amo hija