Buenos días a todos! Qué tal a ido el fin de semana? Por aquí hemos estado haciendo un postre delicioso que a los mellis les encanta. ¿Sabéis cual es?
Un clásico de la cocina francesa: la Crème brulée.
Y para homenajear este postre, nada mejor que una receta del gran pastelero Philippe Conticini.
Pero antes de avanzar, ¿qué tal si hacemos un poquito de historia?
Orígenes de la Crème Brulée
En el siglo XVII, los platos se servían en tres servicios. Como el tiempo entre servir un plato y otro era largo, los platos se enfriaban. En una comida en la que el pequeño Phillipe de Orléans, apasionado de la cocina, había preparado junto a Francois Massialot, se quejó a su jefe de cocina que su crema estaba demasiado fría. A Massialot se le ocurrió entonces calentar la crema poniendo azúcar y un hierro candente para dar calor. Esto hizo que el postre se caramelizara aunque la crema no se calentara. Sin embargo, el contraste del frío y el crocante del caramelo caliente le gustó tanto a Orléans que sin pensarlo, habían ideado un nuevo postre.
Aquí tenemos el origen del caramelo pero el postre en sí no se sabe si proviene de la Crema Catalana, originaria de la Cataluña Francesa o de la Crema Inglesa. Curiosamente, Massialot había vivido en Inglaterra durante su juventud, así que tal vez hubiese tomado la preparación como base para la crème brulée? Quién lo sabe…. Probablemente se trate de una síntesis de diferentes descubrimientos culinarios, a la que se sumó el capricho de un niño amante de la cocina y del genio de un cocinero como François Massialot.
Receta
Para 8 personas
Preparación: 20 min.
Cocción: 1 h. 30 min.
Tiempo de reposo: 3 horas o más
500 gr de leche semi desnatada
500 gr de nata líquida (30º)
3 vainas de vainilla
8 yemas de huevo (160 gr)
140 gr de azúcar
azúcar adicional para caramelizar
Preparación
1. Para infusionar la vainilla, en una cacerola, llevar a ebullición la leche con la nata y las vanas de vainilla (previamente lavadas y partidas al medio).
2. En un bol batir los huevos con el azúcar hasta que quede blanco.
2. Añadir la infusión da la vainilla todavía caliente (habiendo quitado previamente las vainas de vainilla)
3. Mezclar todo y verter en ramequines.
4. Llevar a horno en un plato grande de baño maría a 100º durante 1, 30 hr.
5. El punto de la cocción perfecta es cuando está firme por fuera pero aún blando por dentro. Al sacudirlo un poquito la crème brulée tendrá que moverse ligeramente dentro del ramequin.
6. Dejar enfriar en la nevera durante al menos 3 horas. Aún mejor si lo dejáis de un día para el otro.
7. Para servir, añadir un poquito de azúcar (hay quienes ponen mucha pero a mí me gusta con un poquito para que se deshaga en la boca) y caramelizar con un soplete de repostería o quemador candente.
Y….. voilá! la crème brulée estará lista para degustar.
¿Qué os ha parecido?, ¿os animáis a hacerla? Contadme vuestras experiencias!
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