Hoy retomo mi trabajo al 100% después de un mes de reflexión sobre mi misma. Me decido a volver a escribir en el blog, pero me cuesta encontrar sobre qué tema hablarte.
¿Peleas entre hermanos? ¿El tiempo fuera positivo? ¿Las reuniones de familia? ¿Los celos, la ira, la conciliación familiar....? ¡¿Quién soy yo para hablarte sobre todo esto y darte consejos que pudieran parecer verdades absolutas?!
Siempre he intentado escribir con flexibilidad y tolerancia, sin lanzar sentencias sobre lo que hacemos o dejamos de hacer con nuestros hijos, y desde que me certifiqué como entrenadora de padres en Disciplina Positiva vi la importancia que tenía el lograr que los padres y las madres encontraran en su interior sus propias respuestas. Pero ahora, en este momento por el que estoy pasando, se me hace aún mucho más importante transmitir esta flexibilidad.
Mi trabajo con el programa de asesoramiento con Disciplina Positiva es facilitar ejercicios y conocimientos de crianza y de educación respetuosa para que los padres puedan ir encajando las piezas de su propio puzzle, y mi propósito para esta nueva temporada es mejorar en este aspecto.
Andamos buscando las respuestas, los trucos, las herramientas, la fórmula mágica que nos de la solución con los problemas de convivencia que tenemos con nuestros hijos, y la verdad es que no existe. ¡Bueno, rectifico! Sólo existe en tu interior.
Hoy quiero decirte que no dejes que nadie te diga lo que tienes que hacer, ni siquiera yo. Si, si, ni siquiera yo. Lee, aprende, haz cursos, ve a talleres, pero no dejes que nadie te diga lo que tienes que hacer.
Necesitamos cambiar el paradigma educativo permitiendo que los niños piensen por si mismos, dejándoles tomar sus propias decisiones y desarrollar sus talentos, por lo tanto, cualquier persona (o artículo) que quiera ayudarte a conseguir ese cambio educativo, es necesario que sea el ejemplo de ese cambio.
En estos últimos días escuchado muchas veces la frase: "Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo" de Mahatma Gandhi, y yo me comprometo a intentarlo y a trabajar por ello, a dar un paso más en la contribución en la educación y no sólo compartir conocimientos, impartir cursos o facilitar talleres, si no a trabajar con conciencia plena en mi misma y en cambiar yo.
¿Te gustaría realizar conmigo esta transformación? ¿Te gustaría lograr una buena convivencia en casa basada en el respeto y la aceptación en lugar de en la obediencia de los niños? Si tu quieres, yo te acompaño.
Aquí tienes todos los modos en que podemos trabajar juntas:
Apuntándote al programa personalizado Lleva la Disciplina Positiva a tu hogar.
Comprando el curso "Atrévete a educar sin castigos".
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