Seguro que alguna vez habéis escuchado a alguna mujer contar que durante los primeros meses de embarazo tuvo la menstruación. También os habréis preguntado cómo puede ser posible, si precisamente el embarazo implica la ausencia de la regla durante los nueves meses que dura. Pues sí, parece ser que vuestros pensamientos están en lo cierto, según la mayoría de los especialistas, la mujer no puede menstruar a lo largo del embarazo, por lo que, probablemente, nos estemos equivocando.
Sin embargo, sí puede ser que en los primeros meses de gestación las mujeres sufran un pequeño sangrado que puede ser causado por diversas cuestiones. Una de las más habituales es sufrir sangrado por implantación, ocurre durante las primeras semanas de embarazo y puede confundirse fácilmente con la menstruación. Si quieres saber más sobre este tipo de sangrado, no te pierdas nuestro reportaje.
¿Qué es el sangrado de implantación?
Concretamente, el sangrado de implantación consiste en una ligera pérdida de sangre que ocurre cuando el óvulo fecundado anida en la pared del útero de la mujer. Ésta pérdida se ocasiona porque al adherirse el óvulo al útero, en ocasiones, se rompen algunas venas y arterias que afectan al endometrio y provocan el sangrado. No es una variable fija, puede ocurrir en un embarazo o no.Se produce durante las primeras semanas de gestación puesto que es el momento en que el útero está más irritado y por ello sangra con mayor facilidad. Además, igualmente, es el momento preciso en el que el óvulo se situa en el útero. Comúnmente pueden confundirlo con la menstruación ya que ocurre alrededor de los seis u ocho días después de la fecundación, exactamente en el momento que debería llegar el periodo. A veces, sólo implica unas ligeras gotas de sangre, pero puede llegar a parecerse bastante a una menstruación.
Cómo detectarlo
Puede ser complicado diferencias el sangrado de implantación de la menstruación. Debemos saber, en primer lugar, que el tipo de sangrado en el primer caso es más leve que en el segundo. Además, el color que tiene esta sangre no es tan rojizo como el de la regla, sino que tiende a un color más cercano al marrón. Por otro lado, por supuesto, no sigue las pautas de la menstruación que en un principio acumula poco sangrado para luego aumentar y disminuir nuevamente, el flujo del sangrado de implantación va a ser siempre leve.Por otro lado, en principio, lo normal es que este sangrado ocurra una sola vez en el comienzo del embarazo, no va a repetirse como pueda ocurrir con la menstruación. Debemos añadir que el sangrado de implantación puede causar síntomas como fuertes pinchazos y náuseas.
Qué ocurre si sangro
Como hemos dicho anteriormente, cuando se produce un sangrado durante las primeras semanas de embarazo, solemos creer que tiene que ver con la menstruación. Si esto ocurre, pueden pasar dos cosas: o ni siquiera sabemos que estamos embarazadas y no le damos importancia porque creemos que es la menstruación, o por el contrario, este sangrado nos genera un gran disgusto porque teníamos casi seguro que estábamos embarazadas. Puede también ocurrir que creamos que hemos perdido al bebé y nos asustemos bastante al ver la sangre.Esto puede significar un problema ya que nos puede causar una gran ansiedad, por lo que, lo primero que debemos hacer es tratar de no asustarnos. Ya sabemos que la sangre puede derivar de la implantación, por lo que debemos estar relajadas para que todo vaya bien. Si tenemos dudas sobre si es la regla o estamos embarazadas, lo ideal es realizarnos una prueba de embarazo, si sale positiva entonces no hay dudas. También es importante permanecer atentas a los síntomas que ofrezca nuestro cuerpo, si el sangrado se acompaña de náuseas, malestar, sensibilidad en los pecho, etc, podemos pensar que estamos gestando.
En caso de que las dudas sean tan terribles que nos puedan causar ansiedad, lo mejor es acudir al médico cuanto antes para que nos confirme si ocurre algún problema o todo va bien.
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