No voy a decir que se deba a cosas del azar, por desgracia, por culpa de personas y circunstancias no podré ir más a estar con ellos y cuidarlos.
No sabéis cuánto me duele la situación, pero cuando todo se pone en contra no hay más que dejarlo ir. He llorado mucho desde que supe que tenía que dejar de ser voluntaria, siempre pensé que lo dejaría el día en que me enterase de que mi bebé estaba en camino.
Siento que les he fallado, que los he abandonado y sobre todo a mi princesa, esa perra con cara de “asesina” a la que nadie quiere por ser la raza que es, pero que a pesar de su aspecto es dulce, tranquila y obediente.
Que todo te vaya bien tesoro y ojalá pronto encuentres a esa familia que tanto te mereces.