Fotos: Hola.com
Si, lo sé. La entrada de hoy está más manida y leída que yo que sé. Pero no puedo evitar escribir sobre el tema, ¡me tiene tan estupefacta! Era la una de la tarde cuando llegué a casa de hacer unas gestiones. Pongo la tele (por aquello de tener ruido en casa) y ¡atención! ¡monográfico de Isabel Pantoja en casi todas las televisiones! Va a disfrutar de un permiso penitenciario. Las conexiones son dantescas. ¿Qué puede contar un periodista que lleva horas en la puerta de un penal esperando a que aparezca un recluso? Pues nada reseñable. Hasta 3 conexiones en directo llegué a ver en TVE 1. Y en ninguna aportaron nada. Bueno si. Que un nutrido grupo de fans de la tonadillera llevaban desde las 8 de la mañana en las puertas de la cárcel para mostrar su apoyo a la artista. Oye, cada uno pierde su tiempo como quiere. Si esas señoras son felices animando a una delincuente por habérselo llevado calentito blanqueando más que el Vanish Oxi Action Crystal White, allá ellos. Por otra parte, me hubiera gustado verles ante el raterillo de su pueblo. Seguro que no le dirían eso de guapo, como a la Pantoja. Porque una cosa es halagarla cuando está encima de un escenario (que para nada cuestiono su arte) y otra muy distinta es hacerlo en su faceta de malhechora. Pero ya os digo, que allá cada cual. Ahora bien, que el Telediario de RTVE abriera con la salida de la cárcel de la Pantoja, retrata el país bananero en el que nos estamos convirtiendo. Por cierto, creo que no hay que recordar que esa tele la pagamos entre todos los españoles. Si, a esos que nos jode ver los dientes de la Pantoja. (Dientes, dientes, eso es lo que les jode, Pantoja dixit)
Pese a la Pantoja, sus catetos aduladores y este país de pandereta os deseo un...¡¡¡FELIZ MARTES!!!