La pedagogía Montesori contempla la individualidad de cada niñ@ y respeta sus propios ritmos de aprendizaje y maduración. Es una modelo educativo muy bueno para el aprendizaje en el aula, pero actualmente no se aplica en demasiados colegios. El aprendizaje se produce con unos materiales específicos para despertar la curiosidad del niño y promover su manipulación para así, llevar al aprendizaje. El niño es el protagonista de su aprendizaje.
La Disciplina Positiva sitúa al niño como protagonista de su vida. El respeto hacia el niño y la confianza en su capacidad hace que el niño crezca desarrollando habilidades muy útiles para la vida y con una autoestima adecuada. Lo vimos en el artículo ¿Qué es Disciplina Positiva?.
Cristina Sanz es maestra y facilitadora de Disciplina Positiva para padres y aula. La conocía en el curso de Certificación en Madrid y compartimos experiencias de aprendizaje preciosas. Me ha hecho el enorme favor de explicarnos un poco más a fondo sobre la pedagogía Montesori, la Disciplina Positiva y si el uso de ambas en la escuela es una buena combinación, a través de una entrevista. Así que aquí voy con la entrevista a:
Cristina Sanz Ferrero.
Hola Cristina. ¡Tenía muchas ganas de poder tener esta entrevista contigo! Puesto que eres una de las facilitadoras más activas del grupo. Cuéntanos, ¿Antes certificarte en Madrid con Gina Graham y Gigi Nuñez, ya habías tenido bastante contacto con la Disciplina Positiva ¿verdad?
¡Así es Núria! Me certifiqué como Educadora Certificada para el Aula en 2011 en Estados Unidos, con Catherine Bronnert. Ese año pase mis vacaciones en Berkeley, San Francisco, y con ganas de seguir aprendiendo cosas útiles para el aula, me encontré con un curso para maestros que se convertiría en el principio de mi cambio de paradigma educativo. Ese verano volví para España medio tocada puesto que hasta ese momento las pegatinas y la silla de pensar habían sido algunas de las estrategias habituales en mi día a día con los niños...
Inmediatamente en septiembre empecé a utilizar el enfoque basado en soluciones, mirando hacia adelante, y así introduje el Área de la Paz, las reuniones de clase, la rueda de las opciones, y por supuesto se produjeron grandes cambios en el clima de la clase. Los niños con más dificultades fueron los que más se beneficiaron con el tiempo fuera positivo; la rebeldía y la ira dejaron paso a niños agradecidos y felices que podían autorregularse con las sugerencias de los adultos.
En octubre de 2014 hice el curso de Certificación con Gina Graham y Gigi Nuñez, a las cuales estoy eternamente agradecida por hacer que sintiera, literalmente, la necesidad de transmitir esta filosofía maravillosa que nos recuerda que tanto adultos como niños somos seres humanos y por ello el respeto debe de prevalecer sobre todo lo demás. Gracias a ellas me sentí preparada para comenzar a ofrecer talleres para padres, algo que llevo haciendo desde septiembre de 2014.
Recuerdo que hable con Catherine Bronnert para darle una noticia que para mi era muy emocionante, ya que llevaba desde 2011 defendiendo DP como alternativa al enfoque conductista que humilla y que además no es efectivo a largo plazo...Ella me felicitó y me dió todo su apoyo ;-) También me dijo que conocía a Gina y a Gigi, ya que eran compañeras de la Positive Discipline Association y que eran personas maravillosas...
Muchas otras personas me animaron y me dieron consejos para hacer lo más difícil: la primera charla y el primer taller! Además de todas las palabras de las personas a las que pregunté...recordé una máxima que Gina y Gigi nos regalarón: Confía en el proceso...
¡Guau! Me parece alucinante y muy valiente...
Trabajas en una escuela Montessori en Valencia, ¿verdad? ¿Puedes contarnos qué es la pedagogía Montessori?
María Montessori fue una mujer que dedicó su vida a los niños. Fue la primera mujer médico de Italia a finales del siglo XIX. Su especialidad en neurología la llevó a trabajar en hospitales mentales para niños que habían sido etiquetados como "idiotas" y por lo tanto rechazados en las escuelas normales...Descubrió que sus deficiencias no necesitaban de un enfoque médico para ser tratadas, sino que más bien era una cuestión pedagógica. En un ambiente respetuoso, donde se valore a esos niños, no sólo mejorarían sino que llegarían a desarrollar todo su potencial como cualquier niño.
En 1908 nace la primera Casa de Niños en un barrio muy humilde de Roma, eran niños de entre 3 y 6 años aproximadamente. Sus padres tenían que marcharse a trabajar y ellos se quedaban por el barrio callejeando...los responsables de salud pública y edificios del gobierno local proponen a la Dra Montessori abrir una escuela para "domesticar" a unos niños que eran vistos como "salvajes e incorregibles". Tras rechazar la propuesta por ser un insulto directo a las capacidades de esas criaturas, María Montessori decide llevar a cabo el proyecto con una condición: nadie les molestaría en su trabajo dentro de la escuela.
Así nació la Pedagogía Científica, la observación de los niños en un ambiente preparado mientras manipulan los materiales que la guía pone al alcance de sus manos. Todo lo constatado se iba incorporando a la pedagogía que estaba naciendo a medida que los niños interactuaban con los elementos de trabajo que iba diseñando la Dr. Montessori. El maestro pasa a un segundo plano, y es el niño al que hay que observar y seguir para saber que necesita ahora. De ese modo podemos presentarle de forma individual un nuevo material que le hará adquirir nuevas habilidades y conceptos.
Todo el currículum está expuesto en el salón de clase, un ambiente cálido como si de una casa se tratase, los niños son invitados a elegir el material cada día. Los únicos límites son el respeto por los demás y por los propios materiales. La convivencia de la comunidad se completa comiendo juntos dentro de esa aula-casa y de breves momentos grupales de círculo.
Esta pedagogía podemos decir que encaja bastante con la educación con disciplina positiva, ¿verdad?
Totalmente, Núria. Yo conocí Disciplina Positiva (DP) antes que la pedagogía Montessori, ha sido como una transición, ya que la Psicología Individual de Adler cree profundamente en respetar a los seres humanos y en su capacidad innata para mejorar cuando el adulto le da la oportunidad de autorregularse en un contexto de respeto y de sana conexión. La filosofía Montessori tiene fe en el niño, ya que él tiene dentro de sí mismo a su maestro que le va guiando hacia lo que necesita en cada etapa de desarrollo.
Los niños y las niñas son los protagonistas de su propia educación, la guía acompaña en ese proceso que es único, ya que cada ser lo es, y no puede ni debe poner obstáculos a ese desarrollo "metiéndole" conocimientos al niño como si fuera un recipiente que llega vacío al mundo y que hay que llenar, en lugar de "sacar" lo que ya tiene esa/e niña/o dentro. Las preguntas y no tanto las ordenes tienen mucha importancia en ambas filosofías. La American Montessori Society incluye DP como parte de la formación para guías Montessori ;-)
¿Qué te ha aportado la disciplina positiva a tu trabajo diario con los niños?
Me aporta tanto... Sobretodo me permite aprender a ser un poco más compasiva cada día. El fin último de la educación es la paz. La lucha y el miedo no son amigos de la cooperación y el respeto, base principal de una convivencia armoniosa. Los logros académicos no son lo único que importa, sino como me siento y como siento que están desarrollándose los niños en ese camino que es su vida. Nuestras familias, clases, comunidades en las que pasamos nuestros días son sistemas, las relaciones entre las personas que forman esos sistemas, es lo que nos hace poder comprender que es lo que está pasando y así poder ayudar a mejorar sus vidas. No son las maestras o las guías las que educan, son los propios niños los que aprenden, nosotros somos meros ayudantes en sus vidas.
La posibilidad de poder ofrecer herramientas a los niños para que cada vez nos necesiten menos es una sensación maravillosa, Disciplina Positiva le devuelve la dignidad y el protagonismo al niño. Se trata de una ayuda a la vida.
Volviendo a los talleres, ¿qué sientes cuando tienes la oportunidad de compartir la disciplina positiva con tantos padres y madres?
Pues es algo por lo que doy gracias cada vez que me dan la oportunidad de hacerlo. Me siento muy afortunada y privilegiada, poder cerrar el círculo y transmitir este enfoque a las mamás y papás de los niños es algo que va más allá de los límites de la escuela. En mis 12 años como docente he podido sentir como lo que hacíamos con los niños tenía muchísima más repercusión cuando la maestra y los padres de un niño trabajaban en la misma dirección, sobretodo en casos en los que había dificultades de algún tipo y que influían en el estado de ánimo del niño. Es esperanzador ver como el concepto que todavía se tiene de como debemos de tratar a un niño cambia tras conocer el enfoque de Disciplina Positiva.
Trabajas en la escuela de lunes a viernes y a pesar de ello, te queda energía, pasión y generosidad para estar sábados enteros ayudando a padres. ¡Me parece maravilloso! ¿Cómo te sientes?
Creo que ha sido algo que ha surgido desde lo más profundo de mi ser, algo que tenía que devolver de alguna manera a otros niños y sus padres. El amor que yo recibí de pequeña es el motor que me indica mi propia hoja de ruta de lo siguiente que he de hacer...Tuve una infancia muy feliz, recuerdo el sentimiento de amor incondicional de mi madre, muchos hermanos que me enseñaron muchas cosas y ver el ejemplo de un padre muy trabajador, arriesgándose a poner sus ideas en práctica sin temor al fracaso...También tengo un recuerdo precioso de mi cole, en el cual me enseñaron a pensar por mi misma y pude conocer otras culturas. Creo que poder dar a conocer esta filosofía educativa a los padres es una parte vital que hace que el todo tenga sentido ;-)
Cristina, muchas gracias por dedicarme tu tiempo con esta entrevista, por compartir tu experiencia y por el derroche de generosidad que haces todas las semanas con los niños y niñas y con los padres que desean educar desde el amor y no desde el miedo. ¡Un abrazo muy fuerte!
Un abrazo!
Si queréis seguir a Cristina y informaros de sus talleres podéis estar atentos a su página de Facebook o en su linked-in Cristina Sanz. Normalmente los talleres que realiza son en Valencia y alrededores pero también ha cogido el tren y se ha ido hasta Zaragoza para poder compartir Disciplina Positiva con un grupo de padres muy interesados en esta manera de educar que contactaron con ella. Vamos, ¡¡que es una todoterreno!!!