¿No te ocurre que hay fines de semana que pasan sin pena ni gloria y cuando llega el domingo por la tarde te cabreas porque no has hecho nada? Pues de esos, en esta casa, muchos. Pero este año nos hemos propuesto que no sea así. Y todo gracias al juego del bote de los planes que hemos puesto en marcha gracias al Santo, que lo leyó en no sabe donde.
La preparación es si ya es un plan. Tienes que buscar un bote y hacer 50 papelitos, lo suficientemente grandes como para escribir dos líneas, 25 de un color y 25 de otro. La cosa consiste escribir 25 planes de verano que te apetezcan hacer con buen tiempo, se entiende que cada uno en un papel de un determinado color, y en los otros papeles 25 planes de mal tiempo. Nosotros nos dividimos por equipos: el Santo y la Princesa por un lado y yo por otro. ¡Es divertido pensar en los planes que vas a hacer durante el año! Una vez terminados, doblas todos los papeles y los metes en un bote. Y ya solo queda empezar con la dinámica. Nosotros hemos marcado el lunes como el día de conocer el plan que haremos el domingo. Para ello, lo primero es ver el tiempo. Para este fin de semana anuncian bueno, pero frío. Así que hemos sacado un plan de invierno y ha salido ir a visitar la catedral de la Almudena (vergüenza me da decir que no he ido nunca) y merendar por el Madrid de los Austrias, ¡planazo! Tenemos toda una semana para buscar información de la catedral y la zona para saber bien lo que vamos a visitar.
Las posibilidades son muchas: un simple paseo por un parque cercano, una excursión con comida en el campo, cine, teatro, museos, exposiciones... ¡Ah! y nosotros hemos incluido dos planes importantes, por temporada. Lo que no sé es cuando saldrán. Yo, por si acaso, voy a empezar a ahorrar.
¿Te gusta nuestro bote de planes? Te animo a hacerlo, ¡es muy divertido! Otra cosa es que cumplamos, pero ese es otro cantar.
¡¡¡FELIZ MIÉRCOLES!!