Niño triste, imagen de Myriams en Pixabay
Antes de seguir quiero dejar claro que sigo bastante de cerca el blog de Diario de una madre rebelde, y varias veces la he incluído el martes entre mis posts favoritos, pero cuando no estoy de acuerdo con ella también se lo hago saber, debatimos desde el respeto y nunca hemos tenido ningún problema, nos tenemos aprecio. Por cierto, yo en enero ya hablé del maltrato infantil aquí.
Su post levantó ampollas porque quiso diferenciar un cachete ocasional al maltrato, y está claro que no se puede equiparar, pero para mí el cachete ocasional es inadmisible, es violencia hacia lo que más quieres en este mundo. De todas maneras le agradezco que sacara el tema, porque es muy importante hablar sobre ello y dejar de normalizar cosas que no deberían ser aceptables. No lo digo por ella, que condena la violencia en su post claramente, es que luego se han hecho encuestas y desde el anonimato se ha votado que el cachete a tiempo es necesario. Me parece preocupante que un 44% crea que el cachete es un recurso, porque no lo es. Debemos cambiar ya nuestra manera de pensar hacia l@s peques como ya lo hemos hecho hacia las mujeres o las personas mayores.
Encuesta de twitter creada por "y yo con estas barbas"
Y no, el cachete a tiempo no existe, son los padres. Sí, suena raro, pero es una falta de recursos de los padres, que en un momento de impotencia y sobrepasados por la situación, recurren al cachete, que bajo mi punto de vista no se puede calificar como recurso. ¿Son unos maltratadores estos padres? Por supuesto que no. Estamos hablando de un momento puntual, de no saberlo hacer de otra manera, de falta de recursos, todo el mundo se puede equivocar. Lo malo es NORMALIZARLO. Tenemos que cambiar el chip de una vez por todas. Por otro lado, ¿cuántos momentos puntuales nos podemos permitir? ¿Hasta cuándo es agresión y cuando empieza a ser maltrato? A mí esto de la terminología no me va, si no le queremos llamar mal-trato, llamémoslo violencia, agresión, trato malo...Me da igual, nuestros hijos no se merecen ningún tipo de violencia, igual que nosotros no nos la merecíamos tampoco cuando éramos niños.
El problema es la mochila que llevamos a cuestas, en la que se nos ha enseñado que "se nos pegaba por nuestro bién", "me duele más a mí que a tí", "prefiero que llores tú ahora en vez de yo en el futuro" y un largo etcétera de incongruencias grabadas en nuestro cerebro. Hemos crecido pensando que por el hecho de ser niños no merecíamos ser tratados con respeto, y es muy difícil cambiar esos patrones, sin querer a veces repetimos lo que tanto hemos odiado que nos hicieran.
Y no creo que cuente tanto nuestra intención a la hora de dar el cachete, sino cómo lo recibe esa criatura. Lo que para nosotros puede ser un cachete que ni duele, a ellos les puede llegar de una manera muy distinta. Yo tengo buenos recuerdos de la infancia, pero también los tengo malos. Y cuando intento sacarlo, explicarles que para mí fue duro, ellos no lo reconocen, soy una exagerada, lo que ellos hacían era normal. A mí no me lo parecía (ojo, sé que lo hicieron lo mejor que supieron y que antes esto era normal), y por eso decidí que jamás les daría ni un sólo cachete a mis hijos, porque me acuerdo de cada cachete, zapatillazo...Y yo quiero que mis hijos recuerden que los traté con respeto, que cuando a veces me sentí sobrepasada y les chillé luego les pedí perdón, y que cada día intentaba mejorar por ellos. Mis padres no se pueden creer que nunca haya pegado a mi hija de 15 años, no lo conciben. Yo os digo aquí y ahora: SE PUEDE. No soy perfecta, a veces le grito, me cuesta controlarme y tengo mucho que aprender todavía, pero ella me lo hace ver enseguida y yo rectifico, y si no soy capaz de hablar con ella en ese momento me voy, y vuelvo luego más tranquila a hablar con ella. Alguna vez puntual no lo he conseguido, me lo ha dicho y le he seguido gritando un rato...Después me siento como una mierda, así que intento trabajarlo cada día. Y no tengo una hija delincuente, ni de hermano mayor ni nada de esas cosas que he leído por ahí para justificar el cachete. Y como niña que recibió cachetes de pequeña os digo con conocimiento de causa: El cachete NO ENSEÑA NADA, a mí me enseñó a no hacer depende qué (o hacerlo a escondidas) no porque estuviera mal, sino porque me pegarían si se enteraban. ¿Para qué sirve? Para crear resentimiento, y falta de autoestima.
manos, imagen de miapowterr en Pixabay
Y que conste que no pegar o no dar cachetes no significa que nuestr@s hij@s hacen lo que les da la gana, ni que no les eduquemos, o no les pongamos límites, lo que pasa es que los que creemos que el cachete no sirve para nada intentamos buscar otros recursos más respetuosos con ese pequeño ser humano que no se merece violencia por parte de las personas que tienen que protegerle de este mundo, ya bastante cruel de por sí.
Y por último, no me vale el argumento de "Antes nos pegaban y no estamos tan mal"; o vivís en otro mundo o no sois capaces de ver la sociedad que tenemos, tan carente de civismo y empatía, donde abundan más que nunca las enfermedades mentales, donde se respeta muy poco al prójimo...Hagamos un poco de autocrítica por favor, o nunca cambiaremos el mundo.
No me extiendo más, pero el tema da para escribir, y mucho. Espero que se entienda lo que quiero transmitir y que nadie se ofenda, y también espero que dentro de unos años deje de haber debate, como lo ha dejado de haber con otros temas, que si echamos la vista atrás 20 años nos parece increíble. Ojalá parezca increíble en unos años que se tenga que escribir sobre esto.
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