El tema de la muerte es aún tabú en muchas familias. En un momento de pérdida solemos intentar proteger a nuestros hijos/as de todo lo que conlleva: pena, rabia, confusión... ocultando nuestros sentimientos ante ellos pues pensamos que así les hacemos bien. Es algo normal, nadie quiere ver sufrir a sus seres queridos, pero no somos conscientes de que de este modo hacemos más mal que bien, ya que no es nada malo mostrar los sentimientos tal y como los vivimos, sean estos "buenos" o "malos"
La suscripción de este mes de marzo nos ha mostrado de qué manera podemos vivir estos sentimientos junto a nuestros pequeños, mostrando la muerte o cualquier otro tipo de pérdida, como algo natural y que debemos afrontar siendo conscientes de cada uno de nuestros sentimientos.
Guía educativa
La pena emocional es una reacción normal y natural ante una pérdida, el problema viene cuando en la sociedad en la que vivimos, se rechaza los sentimientos tristes y dolorosos y son mejor aceptados únicamente los sentimientos buenos.
La guía de este mes es muy extensa y profundiza en cómo vivir estos momentos de dolor ante nuestros pequeños, como afrontar la pérdida de un ser amado, de una mascota, un divorcio... dando importancia a la expresión de los sentimientos.
Es necesario hablar sobre estos sentimientos. Mostrarle a nuestro hijo/a el porqué lloramos, el porqué nos sentimos tristes y desolados y darles a ellos también la oportunidad de expresar a su modo todo esos sentimientos que viven dentro de él/ella y que les puede generar confusión.
Nada como la expresión de los sentimientos, el recibir consuelo y amor para generar alivio y curar las heridas.
Aceptar que estas emociones en ocasiones pueden durar meses, que es algo natural del ser humano. A los pequeños sobre todo hay que hablarles con palabras sencillas y en uno de los capítulos de la guía nos explican cómo se enfrentan los pequeños a la pérdida según la edad. Ante todo, y es muy importante, hay que saber y entender que la muerte de un ser querido para el niño/a implica una experiencia de pérdida y de duelo con sentimientos de dolor y de tristeza que necesita ser guiada y atendida por los adultos con quienes convive o trata.
De 0 a 10 meses
Aunque no sean capaces de entender nuestras palabras, sí que entienden y sienten nuestro dolor. Si la pérdida es de la madre, en los primeros meses/años de vida del bebé puede conllevar cambios repentinos en la alimentación o el sueño; lloros repentinos...
De 11 a 24 meses
Al igual que antes sienten más la pérdida de la madre, pues en la gran mayoría de los casos hay una gran dependencia de ella (alimentación...).
De 2 a 5 años
Hay que tener especial cuidado con lo que se les dice a estas edades, ya que lo interpretan todo de forma literal.
"Está durmiendo" "Se ha ido"... son frases que usamos mucho, pero que a estas edades puede ser negativo usarlas. El pequeño puede interpretar que si se duerme no volverá a despertar, o que si se ha ido...en algún momento volverá. De ahí que en la guía se repita que es necesario contarles la verdad con palabras sencillas.
Me ha llamado la atención el uso que se le hace del "muy" en este apartado. "El abuelo era muy, muy, muy viejito" "El perrito estaba muy, muy, muy enfermo" El uso de muchos "muy" en esta edad es importante para que entiendan que no por estar enfermo (resfriado, fiebre...) te vas a morir, sino que es necesario que esté muy, muy muy enfermo.
De 6 a 9 años
Son más conscientes de todo. Entienden bien el lenguaje y son capaces de entender la muerte y sus consecuencias. Pero a estas edades pueden surgir ciertos temores:
- que otro ser querido muera
- que ellos mismos mueran
- sentirse diferentes y dejar de ser aceptado por el grupo. Es por ello que algunos pequeños ocultan sus emociones para sentirse aceptados por los demás.
Preadolescentes de 10 a 12 años
Para enfrentarse a la muerte u otro tipo de pérdida, pueden llegar a recurrir a la "negación". Es posible que incluso se mantengan "indiferentes" durante un largo tiempo, y al cabo de unas semanas/meses "exploten" todos esos sentimientos en forma de violencia, rabia... Es por ello que es tan importante que acompañemos a nuestros hijos/as en estos momentos.
¿Cómo ayudarles?
Ante todo no reprimiendo ni haciendo reprimir ningún sentimiento. Dando la oportunidad de hablar y expresar todo lo que se siente, a través de un dibujo, de un álbum de fotos... hay muchas maneras de expresar todos esos sentimientos.
Volviendo lo antes posible a la rutina: colegio, actividades que se llevaban a cabo antes de la pérdida...
Realizando una actividad o ritual de despedida. En la guía se da varios ejemplos, que luego veremos.
También se habla en la guía de si es adecuado o no llevar a los niños/as al velatorio o al funeral, de cómo afrontar el tema cuando la familia es creyente (sea del dios que sea), del duelo...
Como véis este mes la guía es extensa ya que profundiza en todo el tema de la pérdida sin olvidarse de nada
(Imágenes de viralistas.com)
Materiales digitales
La guía de marzo viene acompañada de 4 rituales:
- La muerte de un ser querido
- La muerte de una mascota
- El cambio de colegio
- El cambio de hogar
Si queréis descargar la guía y los materiales podéis hacerlo desde aquí.
¡Feliz semana!