Por más que me preguntaron durante el embarazo por el parto de Alessandro no quise hablar de eso hasta no hubiera pasado, porque definitivamente nunca se sabe. Así que ahora con toda la felicidad y con mi gordito en brazos les cuento la historia.
Mi plan? mi prioridad era un parto súper seguro y una pronta recuperación pensando en Lorenzo en casa. Tenía la fé de tener un parto vaginal espontáneo, sin inducirlo y con la posibilidad de pasar a una cesárea en caso de ser necesario.
Mis últimas semanas las llevaba con un poco más de calma, habían días más cansados que otros pero ahí seguíamos adelante con la rutina. Tenía contracciones de Braxton Hicks y consultas semanales. Para semana 37+4 tenía casi 3cm de dilatación.
El domingo 07 de febrero me desperté como siempre. Empecé el día súper activa, pero a las 11:30 que Joaquín salía a trabajar empecé a sentirme distinta. Las contracciones me empezaban a “incomodar” e incluso a desconcentrar en el trabajo que intentaba terminar.
No les comenté nada a mis papás quienes nos acompañaban, pero desde el medio día empecé a anotar las contracciones por indicación de mi ginecóloga. Después de almorzar pizza como si no hubiera mañana empezó a intensificarse todo.
Me alisté, me duché con calma, me senté en la bola de Pilates, avanzando en la labor con toda la calma que pude. Cuando Joaquín regresó a las 3:15pm yo estaba con maleta en mano lista para irnos.
En el camino no podía dejar de llorar de la emoción, pensando que faltaba poco para conocer a Alessandro. Sin embargo no sabía cuánto podía faltar, ni siquiera me atrevía a asegurar que ese mismo día podía nacer.
Jamás me esperaba que la enfermera me dijera a las 4:00pm que tenía 9cm de dilatación al entrar a la Clínica Bíblica. Ahí exploté en llanto, me sentí abrumada con la noticia. Era completamente lo contrario a la historia con Lorenzo, cuando sentía que moría del dolor pero no avanzaba en la labor.
En minutos tenía al lado a mi ginecóloga, al anestesiólogo y al neonatólogo quienes con el equipo de enfermeras estaban listos para recibir a Alessandro en cualquier momento.
Ante el ofrecimiento de la epidural dije que si. Por qué?, por susto! jaja. El bebé aún no había bajado por el canal de parto y tampoco había roto la bolsa. El dolor ya era muy fuerte y me asustaba hacer el resto “sola”, “sin ayuda”.
De repente estábamos trasladándonos a sala de parto. A Alessandro lo pujé UNA SOLA VEZ y él hizo solito el resto. Llegó al mundo a las 5:39pm el domingo 07 de febrero, 2021.
Es increíble como en un instante te explota el corazón. Recibes en brazos al nuevo amor de tu vida y nada vuelve a ser igual. Jamás pensé poder amar a nadie como amo a Lorenzo, pero bastó ver a Alessandro para entender que todo el amor es igual para ambos hijos.
Las fotos hablan por sí solas. Definitivamente me siento súper agradecida con mi equipo médico y con todo el personal del Hospital Clínica Bíblica, quienes una vez más hicieron el mejor trabajo al guiarnos en el proceso del nacimiento de nuestro bebé.
Aún no puedo creer que haya sucedido tan rápido. Cómo fue posible?, debo confesar que Joaquín me enseñó a sostener el aire y usar la fuerza del diafragma para hacerlo mejor esta vez. También creo que la labor tan exhaustiva de Lorenzo me amplió el umbral del dolor y me permitió avanzar en casa sin darme mucha cuenta.
Alessandro llegó para completar de manera perfecta nuestra familia. Siempre le pedimos a Dios la posibilidad de tener dos hijos, ojalá muy cercanos en edad. La historia no podría ser mejor.
Me encanta poder compartirles mi historia porque es súper importante para nosotros por sí sola. Pero además porque siento que algunas / muchas personas podrían haber pensado que estaba loca al querer volver a intentar un parto vaginal después de la complicada labor de parto de Lorenzo. Para todos ellos, siento que este nuevo capítulo en mi maternidad viene a ser un signo de esperanza, todo siempre puede mejorar, no porque una vez sea difícil será así siempre.
Hospital Clínica Bíblica
Fotografías Sissi Escalante Birth Photo https://www.instagram.com/sissiescalantebirthphoto/
un abrazo,