Llegó el día. Mi marido acababa de llegar a casa a las 7.30 de la mañana después de estar toda la noche trabajando. Lo escuché llegar, me levanté, lo besé y me fui corriendo al baño. Antes de llegar cayó líquido en el suelo, como tenía ganas de orinar pensé que se me había escapado un poco pero no sé no estaba muy segura. Me agaché con el barrigón y lo observé. Me incorporé y me fui corriendo al baño. al salir del baño volvió a caer líquido y llamé a mi marido "Moisés, mira a ver tú, que se me está escapando líquido, está cayendo en el suelo y no sé si es pipí o líquido de la bolsa". Mi marido vino enseguida, se agachó, lo estuvo observando, yo rezaba para que me dijera que era orina, se incorporó y me dijo "esto es muy denso, yo creo que es líquido amniótico", "no puede ser, bueno me voy a acostar de nuevo y si vuelve a salir vamos al hospi porque yo me encuentro bien" le dije. Pero antes de llegar a la cama cae un chorro de líquido al suelo. "Bueno Moisés que ve llamando a mis padres que nos vamos al hospital porque ha caido mucha cantidad". Mira que me puse nerviosa, y eso que era el cuarto. Me entró la risa, yo creo que eran los nervios. Tenía ganas de reir y de llorar a la vez jajajaja. Estaba en un estado de nervios...Lo pasé tan mal en mi anterior parto que en este iba con muchisimo miedo, no quería volver a pasar por lo mismo.
Al final vino mi hermana mayor. Como los peques seguían durmiendo le dejé la ropa lista en el sofá y nos fuimos al hospital. En el coche yo no paraba de darle 20 mil vueltas a la cabeza y es que cuando has tenido una mala experiencia en un parto ya con el siguiente vas con mucho miedo, por lo menos yo , pero bueno para intentar ayudar en el parto todo lo que estuviera en mi mano fui a las clases de preparación al parto y me estudié las respiraciones, y digo estudié porque así hice. Practicaba en casa, buscaba vídeos por internet, las realizaba en las clases...quería estar bien preparada en ese aspecto e intentar calmarme, no como en el anterior que estaba atacada de los nervios y no fui capaz de hacer ninguna respiración, en este no me iba a volver a pasar.
Llegamos al hospital y me ingresan, me comunican que tengo una fisura en la bolsa. No me dicen nada más. Me llevan a la habitación a las 9,30 de la mañana. A las 14,30 le digo a mi marido que vaya a preguntarle a una enfermera que van a hacer conmigo, si alguien me va a ver o qué pasa. No sabía nada y estaba muy asustada. No paraba de salir líquido , empapaba las compresas. Una enfermera le dice que no me va a ver nadie hasta mañana. OMG!!¿Y eso? Me pongo a llorar, pero porque me siento abandonada allí en la habitación. Las hormonas jejeje. Nadie me había dado ninguna explicación. ¿Tanto les cuesta? Yo creo que es mejor explicar lo que van a hacer contigo para que tú estés tranquila y no ingresarte sin decirte nada, sin saber cuales son sus intenciones.
A través de Facebook comunico lo que va pasando y una conocida, que es asesora de lactancia, me tranquiliza y me explica que lo más seguro es que me tengan ingresada esperando que empiece por mí sola el trabajo de parto y que si no es así me lo provocarían ellos. Salgo , a las 20.00 , a hablar con la enfermera. Ésta era muchísimo más agradable que la del turno anterior y me tranquilizó bastante. Me confirma lo que me ha dicho la asesora de lactancia. Me dice que tienen anotado que si no me pongo con contracciones me provocan el parto al día siguiente a las 9.00 de la mañana , que ella se pasaría a las 8.00 para avisarme para que me duchara y me preparara. Fue contarme eso y me relajé. Como si me quitasen un peso de encima. Mira ya sabía por que´nadie iba a verme y sabía que todo lo que estaba pasando era normal.
A las 00.00 me vienen a dar un tentempié, un yogur. Me lo como y me echo a dormir. Enzo deja de moverse, hacía un rato que no lo sentía y estaba muy preocupada. Me dormía y me despertaba. Me puse a comer chocolate a ver si Enzo se movía y nada. Me puse de lado y nada...a las 2 horas me da una patadita. ¡Ay qué alegría hijo mío! Y ya me eché a dormir. A las 6.00 me desperté sola . Había puesto la alarma a las 7.00 pero estaba muy nerviosa. Me duché y puse a pasear por la habitación, salía de vez en cuando al pasillo.
A las 8.45 llegó una enfermera y me llamó. Ufff, me entroó un hormigueo por el estómago... Todo el mundo me decía que me relajase, que era el cuarto, que no podía estar nerviosa...Pero leñes, ¡¡no todos los partos son iguales!! Respiré profundamente y salí al pasillo. Venían 2 embarazadas más que también les iban a provocar el parto. Ibamos las 3 solas caminando detrás de la enfermera. Las 3 calladas que tensión. A las parejas les dijeron que tenían que esperar en la habitación hasta que les avisaran. Intenté hablar con ellas para calmarlas y calmarme yo también porque teníamos unas caritas...Al llegar a la zona de parto la matrona nos preguntó si habíamos desayunado, Al decirle que no porque nadie nos había dado nada puso el grito en el cielo y dijo que más tarde hablaría con las de planta para que diesen de desayunar a las parturientas antes de llevarlas allí. Nos lleva a cada una a una sala de partos. Mi matrona se presenta, Mercedes, un encanto, y daba la casualidad de que me había atendido en el tercer parto. Yo rezaba para que Enzo naciera antes de que terminase su turno. Es la mejor matrona que he tenido en los partos.
Una vez en la sala me dice que si me quiero dar una ducha, que la nueva sala de partos , que es enorme, dispone de aseo individual con ducha, que me vendría bien para relajarme. Le dije que no, quería ponerme ya manos a la obra jajajaja, que ya me había duchado en la habitación. Estuvo todo el tiempo hablándome, contándome su vida como si no estuviera de parto vaya pero eso me ayudó mucho a relajarme. No estaba tan centrada en el parto sino en lo que me contaba y me vino de lujo. Me puso la vía y los aparatos para el monitor, esos para controlar contracciones y frecuencia cardiaca del bebé. Y me puso la oxitocina. Llegó la ginecóloga, se presentó y me preguntó si me habían puesto el "tampón" el día anterior. Le dije que no, yo no sabía ni que era eso. También me preguntó si desde las 9,00 del día anterior me había visto alguien y a lo que le contesté que no. Se enfadó y salió. La escuché hablando en el pasillo con una compañera. De las 3 que estábamos para provocar el parto desde el día anterior sólo a mí se les había pasado ponerme el tampón ese para ayudarme a desencadenar el parto. Y protestaba también porque nadie me había visto en tantas horas. Volvió a entrar y habló conmigo tranquilamente. Me dijo que bueno que no pasaba nada, que estaba todo bien y que no me preocupase y iba a salir todo muy bien. Se fue y me dejó sola con la matrona. Mercedes, me dijo que me iba a romper la bolsa para acelerar el parto. Me la rompió y salió muchisima agua. "¡Pero cuántos litros de agua hay ahí si llevo desde ayer empapando compresas?" le pregunté.
Mi super matrona y yo estuvimos hablando un buen rato. Me decía "oye, ¿no te apetece nada para tomar?porque a mí sí, voy a llamar a tu marido para que te traiga algo, ¿qué quieres?". El pobrecito de mi marido dice que cuando lo llamaron se asustó, pensaba que ya iba a empezar el parto pero en vez de eso mi matrona salió a hablar con él y le dijo "trae un Aquarius de naranja para tu mujer" jajajajajajaja, ¡ Qué bueno! Dice que pensó "¿pero esto qué es?¿Qué soy un camarero?"" jajajaja y que se le quedó cara de poker jajajaja. Cuando yo lo ví llegar con el Aquarius me entró la risa jajajaja. Me dice sonriendo "toma hija tu Aquarius, menudo susto" jajajaja.
Después de la "copita" Mercedes me ofreció la pelota y como había leído sobre ella y la matrona nos había hablado de sus ventajas durante las clases de preparación al parto , me animé a usarla. A todo esto yo ya estaba con contracciones.
Cuando te empiezan las contracciones cuesta arrancar a moverse con la pelota, duele, no lo voy a a negar, pero una vez ya balanceándote de un lado para otro alívia y bastante. Yo no quería tumbarme en la cama, allí me dolían muchísimo menos las contracciones. Entre el balanceo y las respiraciones iba todo sobre ruedas, no me lo creía. Lo malo fue que como los aparatos de la barriga, los del monitor, no paraban de resbalarse y se caían, decidieron quitarme de la pelota y ponerme en la cama de nuevo. Ayyy, otra vez esas contracciones dolorosas. Encima con la oxitocina cada vez dolían más.
La anestesista entró y se presentó. Me preguntó si quería epidural y dije que sí. Sé de sus peligros pero como ya he dicho , en mi parto anterior sufrí tanto que quería prevenir. Echaron a mi marido de la sala para ponérmela. Creo que estaba de 3 cms, no estoy segura. Pero al ponerme el cateter me bajó la tensión a 6/3. Me mareé, se me iba la vista, tenía la impresión de que me iba a desmayar y los oídos se me entaponaron. Escuchaba decir que me tumbase pero no reaccionaba, una enfermera me ayudó a tumbarme. La anestesista me dijo que si no me subía la tensión no me podía poner la epidural, que el cateter ya estaba puesto pero que no me metería el líquido (no me acuerdo de los nombres técnicos) si no me subía. Me dejaron puesto el aparato para tomar la tensión. Avisaron a mi marido, entró y le explicaron lo que pasaba. Las contracciones seguían aumentando y yo cerraba los ojos, resoplaba y giraba la cabeza diciendo que no. Mi marido me preguntaba "¿Que no qué?". Yo no quería hablar porque me estaba doliendo tanto que sabía que si abría la boca era para dar un grito. Cada cierto tiempo el aparato de la tensión se inflaba y me la tomaba, yo no paraba de decirle a mi marido "¿Cuánto tengo ahora?, ¿a cuánto tiene que llegar para que me la puedan poner?". Estaba controlando muy pero que muy bien el dolor, ¡benditas clases de preparación al parto! No como en el anterior parto. Mi miedo era el expulsivo que fue lo peor que llevé en el parto de Unai ya que tengo algo ahí, que aún no saben qué es, que al rozarlo duele y bastante.
Bueno pues viendo esto Mercedes se acercó, me acarició y me dijo que cerrara los ojos y que pensara en algo bonito, que pensara en mis hijos y en algo que me hiciera feliz. Se me vino a la mente una foto que me acababa de enviar mi hermana Esther de los 3 comiendo en su casa y riéndose, estaban super graciosos, y me relajé. Estaba ya de 8 cms cuando me pudieron poner la epidural pero en 2 empujones me puse en 10. Vamos que la epidural sólo me sirvió para el expulsivo pero aún así lo agradezco porque la zona esa donde tengo lo que nadie es capaz de decirme qué es, dolía y bastante. Según mi matrona puede ser que tenga ahí una inflamación. He ido al urólogo (llevo 1 año orinando sangre y con dolores) y a ginecólogos y nadie da con la tecla.
Durante el expulsivo no paraba de salir agua, impresionante. Una vez con el cuerpo afuera por completo me lo colocaron encima. Es el momento de felicidad más grande que siento en mi vida. Ese sentimiento por muy feliz que sea en cualquier otro momento de mi vida, sólo lo tengo cuando me han colocado a mis hijos encima, cuando siento su calor, cuando miro sus caritas por primera vez, cuando los escucho llorar. Es un sentimiento que te recorre todo el cuerpo. Lo llamo "felicidad" porque no hay palabra que describa esa sensación tan bonita, ese sentimiento tan grande, es mayor que la felicidad ¡¡Ya tenía a mi pequeño Enzo conmigo!! 4 kgs y 54 centímetros de amor puro.
Mientras lo tenía encima seguía notando un dolor en la zona baja , "el lado X" como yo lo llamo que no paraba de dolerme. La ginecóloga y la matrona hablaban sobre lo grande que era la placenta. Le pedí que me la acercaran para verla ya que nunca había tenido la oportunidad de verla. ¡Era enorme!La gine estuvo tocándola y tirando de ella para que yo la viera. Esperaron a que el cordón dejara de latir y mi marido lo cortó.
Siempre digo, con cada nacimiento, que nos cambia la vida, y es cierto, nos cambia para mejor, y Enzo vino a traernos más felicidad cuando más lo necesitábamos.
¡¡Te queremos muchísimo!!