Conocer todo sobre el 6to mes de embarazo es la mejor parte de todas. La mitad de la gestación suele ser la etapa preferida de las futuras madres ya que, durante estos tres meses, se disfruta plenamente del embarazo. La razón está en que el malestar del principio desaparece. Así, la sintomatología que presenta el primer trimestre ya ha ido disipando sus efectos. Las náuseas, vómitos y demás incomodidades estomacales dan un descanso al organismo, dotándote de una renovada energía.Por otro lado, es en este periodo cuando se empiezan a notar pequeños movimientos dentro del vientre, puesto que el feto estira sus extremidades.Asimismo, la embarazada notará que los pantalones y otras prendas anteriores a su estado actual ya no le valen, siendo necesaria la inversión en ropa adecuada. Una de las decisiones fundamentales que hay que tomar es la elección del médico encargado de realizar el seguimiento a través de diferentes pruebas.
Las molestias desaparecen
Una vez alcanzado el cuarto mes, el peligro de aborto va disminuyendo, dado que se entra en una fase de afianzamiento del feto. Igualmente, los cambios corporales son menos agresivos.
El secreto está en la placenta, que ahora será la encargada de crear las hormonas necesarias para el buen desarrollo del bebé. El propio sistema hormonal de la madre fue el ejecutor de esta importante tarea durante los tres primeros meses. De ahí que los síntomas fueran más incómodos y ahora la madre esté más relajada. Aplicarse calor en la zona lumbar ayuda a que las molestias desaparezcan.
La energía aumenta y, con ella, la libido reaparece con mucha fuerza. Las relaciones sexuales durante el segundo trimestre son realmente placenteras y, a no ser que hayan sido contraindicadas por el ginecólogo, no hay razón para no disfrutar de ellas.
Otra manifestación típica tiene que ver con el sentido de la vista, ya que es posible que se perciba un rendimiento más bajo de la visión. Por otro lado, la dentadura se resiente porque el feto necesita calcio, apareciendo caries y posibles hemorragias en las encías que deben ser tratadas por un odontólogo.
En esta etapa también puede aparecer la leucorrea, que es una secreción vaginal de color pálido. Son totalmente normales y no deben preocuparnos. Sin embargo, si éstas tuvieran algún color especial o apareciese sangre, debemos avisar a nuestro médico porque puede haber alguna complicación en el embarazo. Una consecuencia predominante es la dificultad para conciliar el sueño. Hacer ejercicio diario favorece el cansancio al final del día y facilita el dormirse. Una buena cama y una adecuada temperatura del dormitorio también benefician.
Controlar el peso
De pronto, la embarazada notará que el aumento del vientre y de la cintura se hacen más acusados. La exigencia de seguir una dieta correcta cobra una importancia extra durante estos tres meses, ya que en ellos los kilos parecen sucederse sin control.
Es vital no dejarse llevar por los antojos y por la ingestión de comida poco sana como bollería, dulces o aperitivos salados. Hallar el equilibrio es complicado, por eso debemos dejarnos asesorar y controlar por expertos que, además, recomendarán la aplicación de alguna crema hidratante que evite la aparición de estrías y la tirantez.
El pecho también irá creciendo a medida que pasen las semanas. Algunas mujeres empiezan ya a producir calostro en este ciclo. Los pezones se irán tornando más oscuros, así como el resto de la piel, por ello es muy importante tomar el sol con protección y evitar de este modo que surjan manchas de pigmentación. Por otro lado, una de las consecuencias más relevantes del segundo trimestre es el cambio del centro de gravedad, obligando a la espalda a hacer un gran esfuerzo que se traduce en dolores posturales.
El bebé sigue creciendo
A partir del cuarto mes de embarazo, el bebé comienza a moverse. El feto patea, traga y puede oír las voces que se transmiten desde el exterior del útero. Su piel es rosada y transparente.
La placenta está completamente formada. A finales del cuarto mes, el bebé ya pesa aproximadamente 93 grs. y mide unos 15 cm. En el quinto mes, el feto ya se mueve a sus anchas por la placenta. La madre puede notar cómo su hijo está más activo, se mueve de lado a lado e incluso se voltea totalmente. Además, tiene un ritmo de crecimiento muy elevado. Al final del mes puede llegar a medir 25 cm. y pesar unos 245 grs.
En el último mes de la segunda etapa del embarazo nuestro bebé llega a los 640 grs. y mide unos 30 cm. Se le marcan las líneas de las manos y los pies, se enrojece la piel y los párpados se empiezan a despegar, consiguiendo que nuestro bebé abra los ojos por primera vez. Todavía los pulmones no son lo demasiado grandes como para respirar fuera de su madre, aunque sí podría sobrevivir con cuidados intensivos en el caso de que se adelante prematuramente el parto
Agradecimientos: Sciencedaily, Healthline y Babbl