En esta ocasión tratamos el tema de la frustración en la infancia. Y como siempre, lo hacemos exponiendo nuestra opinión, nuestra perspectiva, nuestra experiencia y todo ello lo acompañamos de ilustraciones que intentan reflejar ese momento, esa emoción.
Frustración en la infancia
Los que cuidamos o tenemos niños, profesores, padres, abuelos, tíos, etc. hemos pasado por ello.
La frustración es algo que sigue ocurriendo cuando ya somos adultos, con la diferencia de que pasado el tiempo, lo empezamos a gestionar algo mejor de alguna manera.
Nuestros pequeños se enfrentan a esa frustración de varias maneras, algunos lloran, otros se enfadan, otros ignorar aquello que les produce esa emoción.
Cuántas veces nos hemos sentado para jugar, hacer una construcción, un puzzle o quizás para leer o escribir y cuando ellos ven que no le sale, que es muy difícil, que no pueden, es entonces cuando vivimos esa situación.
¿Cómo podemos ayudarlos?
Lo primero que yo me digo es “no pierdas la paciencia” cuándo veo que empiezan a gritar, a llorar o a tirarlo todo.
Es normal que la perdamos cuando vemos tanto caos, pero al final, ahí es donde tenemos que dar nosotros el ejemplo. No debemos frustrarnos por no saber llevar la situación. ¿Qué difícil verdad?
Cuando un pequeño se frustra muchas veces entra en un estado de bucle y no escucha.
Pues por experiencia es mejor intentar razonar y hablar con el pequeño cuando se haya calmado. Porque si no, no nos van escuchar.
Y en ese momento, podemos volver a esa actividad o situación, ayudándoles, acompañándoles. Por supuesto no es inmediato y nos tenemos que olvidar del tiempo.
Nuestra experiencia
¿Qué os puedo decir que no sepáis?
Nuestro momento se produce cuando hacemos los deberes y cuando se está aprendiendo la materia para los exámenes.
Y os he de confesar que el padre tiene más paciencia que yo. Pero por otro lado cuando se tranquiliza, hablamos mucho sobre cómo tiene que tomarse las cosas y como puede estudiar de forma que le sea más fácil.
¿Cuál es vuestra experiencia ? Esperamos vuestros comentarios.
Y no olvidéis pasaros por Historias con K para conocer su perspectiva sobre este tema.
¡¡Hasta la próxima!!