Supongo que últimamente habréis notado que tardo más en contestar a vuestros comentarios y que me paso menos de lo que quisiera por vuestros blogs, esos espacios a los que tengo tanto cariño. Os pido mil disculpas por ello. Hoy vengo a contaros la excusa por la que espero que entendáis las circunstancias que me han llevado a ello. A mi falta de tiempo. Y no, no tiene nada que ver con Maramoto. La pobre es más buena que el pan. Un amor de niña. Estoy escribiendo esto y sólo me entran ganas de ir y pegarle un bocado, aunque la despierte de su sueño profundo. Me tiene loco. Qué os voy a contar a vosotr@s…
En fin, que si he estado más desconectado de lo habitual es por dos motivos: El primero es que me han empezado a salir trabajos freelance como periodista que me obligan a salir de casa algunas mañanas y luego me hacen ir el resto del día en busca del equilibrio. El segundo y más importante, el motivo por el que este post tiene sentido, es que la mamá jefa y un servidor llevamos un par de meses dándole forma a una idea que empezó a rondar por nuestra cabeza durante el verano, cuando ambos veíamos ya claro que mi situación laboral había llegado a un punto en que era insostenible, y que hoy, después de mucho trabajo, ve la luz de forma oficial. ¡Y cómo no os iba a hacer partícipes a vosotros!
Hoy os presentamos Tacatá Comunicación, nuestro proyecto familiar en búsqueda de la conciliación. Una agencia de comunicación y marketing 360º capaz de atender las necesidades comunicativas de cualquier marca, pero muy especialmente las del sector del embarazo, la maternidad/paternidad y la primera infancia. Tacatá Comunicación es nuestra gran ilusión familiar, un proyecto emprendedor que une nuestra pasión por la comunicación y el periodismo con nuestra apuesta incondicional por la conciliación. Porque como comenté en la entrevista que me realizaron la semana pasada en Onda Mujer, creemos que tal y como está el patio en este país en el que nos toca vivir, la conciliación pasa por emprender y buscarse la vida uno mismo. Al margen de las empresas.
Que no de la nuestra, por cierto. Porque Tacatá Comunicación nace con la conciliación como bandera y valor fundamental. Y como somos muy positivos, os podemos asegurar desde ya que si algún día tenemos empleados, todos ellos tendrán todas las facilidades del mundo para conciliar. Y es que, como decimos en nuestra carta de presentación, “garantizamos a nuestros clientes que siempre trabajamos con los más altos estándares de honestidad, profesionalidad y perfeccionismo, pero también queremos asegurarles que en Tacatá Comunicación se persiguen cada días los objetivos con alegría y con optimismo. Tenemos la certeza de que todo es más fácil si se hace con una sonrisa en la boca”.
Me gustaría aprovechar estas líneas para dar las gracias a Sandra Romero por currarse el diseño de nuestro logo (como ya se curró el de este blog). Eres una artista. Y vales mucho. El tiempo te pondrá donde te mereces. Y también a Mónica de la Fuente, de Madresfera, por ilusionarse con el proyecto y darnos su apoyo incondicional. Se agradece mucho cuando viene de gente como ella, que ha conseguido tanto. Desde aquí dar las gracias también a todos los que nos han animado y apoyado cuando les contamos el proyecto. Familia y amigos. A pesar de nuestra situación. A pesar de que lo más fácil, quizás, hubiera sido ponernos los pies en el suelo. Gracias a todos por ayudarnos a volar.
No sé qué nos deparará el futuro. Quizás el año que viene nos va genial. O quizás aparecemos en el telediario como las últimas víctimas de un desahucio. No lo sé. Lo único que tengo claro es que, como decía algún personaje de la genial Pequeña Miss Sunshine, "el verdadero perdedor no es aquel que no gana. El verdadero perdedor es aquel que tiene tanto miedo a no ganar que ni siquiera lo intenta".
Vamos a intentarlo. Vamos a tentar a la suerte.