¿Tiene aplicación el mindfulness en los niños?, ¿qué es eso de mindfulness?, ¿que aplicaciones tiene?. En este post voy a intentar responder a estar preguntas y alguna más que surja por el camino.
Pero debemos empezar por orden, no os parece, ¿que es el mindfulness o conciencia plena? El mindfulness es una técnica antiquísima, que en los últimos treinta años se aplica en psicología clínica en varias terapias e intervenciones. Estudios científicos resaltan su eficacia. Se puede definir como "la aptitud de la mente para prestar atención a lo que hay aquí y ahora, estando totalmente consciente de cada momento vivido" (E. Snel). Es decir, cuando practicamos la conciencia plena o mindfulness nuestra atención esta en el aquí y ahora, viviendo ese momento plenamente.
Tomando esta definición como punto de partida, los niños de forma natural practican el mindfulness. Pensad en un niño montado en un columpio, disfruta del momento plenamente, de las sensaciones y emociones que esta viviendo en ese momento subido en el columpio, sin pensar en la que va a cenar, en los deberes o otra cosa. Otro ejemplo, ayer lleve a mi pequeña a un cumpleaños, solo tenias que verlos a todos disfrutando del momento, de jugar con sus compañeros, los problemas, dolores o preocupaciones los aparcaron en cuanto entraron en el parque de bolas. En ese momento estaban todos juntos disfrutando del cumpleaños y de los amigos, nada más. Si de forma natural ellos lo practican, ¿para que aplicarlo?, me podrías preguntar. La respuesta es que con el tiempo, esa capacidad la van perdiendo, van aprendiendo a anticipar las cosas, a volver al pasado. Al madurar nuestras aptitudes cerebrales, dan un salto adelante, pero no solo ellas sino también nuestra capacidad de sufrimiento.
Los niños irán olvidando esta valiosa capacidad y tendrán que volver a aprender a usarlo cuando sean mayores. Así que si los ayudamos a cultivar y mantener esta capacidad, ¿no sería mas lógico y sencillo?. ¿Vosotros que opináis?
Hasta hace poco tiempo, se pensaba que los niños no eran capaces de practicar la meditación, por ser un proceso demasiado difícil e intelectual. Pero para que una técnica de meditación sea efectiva no tiene por que ser complicada, por eso el mindfulness se ha demostrado que funciona en niños ya que esta técnica centra su atención en el cuerpo y los niños comprenden el lenguaje corporal perfectamente. Un ejemplo de esta capacidad lo encontramos en mi hijo mayor. Siempre a sido un niño muy nervioso, desde bien pequeño le enseñe a relajarse a través de la respiración y lo aprendió rápidamente. Nos ha sido muy útil a lo largo de este tiempo, por ejemplo cuando le duele algo a aprendido que el dolor aumenta si se pone nervioso y disminuye si se relaja. Años después lo usa cuando lo ve necesario. De hecho, en el colegio uno de los profesores le llamo la atención lo rápido que se relajaba cuando practicaba la relajación en clase.
Otra creencia errónea que había hasta hace relativamente poco tiempo era la de que no necesitaban meditar, ya que no sufrían, no se angustiaban. Los estados de ánimos dolorosos existen. Es necesario evitar un doble error con respecto a estos sentimientos, el ignorarlos o el otro extremo sobremedicarlos o psicologizarlos, ya que hay otros medios más suaves, respetuosos e igualmente eficaces que nos pueden ayudar, como la técnica de la que estamos tratando.
Vivimos en una sociedad en la que se les exige cada vez más a los niños, del colegio pasan a múltiples actividades: idiomas, artísticas, deportivas....., así que aquí tenemos una actividad más donde apuntarlos. No, el mindfulness es una ayuda para los niños que están demasiado: estresados, angustiados para poder encontrar su centro y tranquilizarse.
Esta técnica les puede ayudar a enfrentarse a los excesos de estimulación, a cultivar desde pequeños las capacidades de presencia en el mundo y a tomar conciencia de los hermoso y frágil que es. Nos puede ayudar a inculcarles el respeto a la vida y a nosotros mismos y a no perder la capacidad de maravillarse.
Pero, además de todas esas cosas tan necesarias y bonitas, para que sirve más concretamente, estaréis pensando. Los beneficios que podemos obtener son:
Mejora su aprendizaje, la atención, la creatividad y el rendimiento académico.
Su capacidad de concentración mejorara y aprenderán a ignorar las distracciones.
Les ayuda a regular sus emociones, a encontrar el equilibrio y la tranquilidad cuando se sienten enfadados, molestos, angustiados,....y a sentirse más seguros.
Aumentan la introspección, ven más clara y objetivamente lo que les sucede a ellos y a los demás.
Desarrollan la amabilidad y la compasión hacia uno mismo y los demás.
Mejora las habilidades prosociales como la empatía, la paciencia o la alegría por el bienestar de los demás.
Como cualquier técnica necesita unos consejos a seguir durante su práctica para conseguir que su efectividad sea máxima. Estos consejos son:
Constancia y paciencia: elige momentos fijos, dos o tres días a la semana, siempre a la misma hora. Así conseguiréis crear unos hábitos. No se necesita mucho tiempo, de cuatro a cinco minutos para niños pequeños y de cinco a quince para los más mayores. Recuerda con la práctica regular se consiguen más beneficios.
El lugar debe ser un tranquilo, en el que no haya interrupciones. Con el tiempo se podrá llevar a cabo la practica en lugares más bulliciosos.
Propón estas actividades como un juego lleno de humor y aventura pero relajado, para conseguir una actitud más colaboradora y receptiva. Si no le apetece, no insistas déjalo para otro momento.
Repite los ejercicios que les guste más. Aunque sea el mismo ejercicio, la experiencia personal puede cambiar.
Participa con ellos, resultara más motivados para ellos, además de una experiencia compartida para el adulto, que tampoco le vendrá mal una sesión de mindfulness. Sin embargo, recuerda que hay niños que prefieren una experiencia en solitario.
Valora su esfuerzo, con amabilidad. Hay días que uno se siente bien y la práctica sale bien y otros en los que las cosas no salen tan bien, estamos más tensos, más distraídos. En este caso hay que valorar el esfuerzo del niño, aceptando las cosas tal y como son.
Pregúntales por su experiencia, escúchales. ¿Cómo se han sentido?, ¿cuales han sido sus sensaciones?. No juzgues, las sensaciones no son buenas o malas. Si quieren compartir su experiencia contigo bien, si no también.Aquí os dejo un vídeo de la psicóloga Yolanda Calvo con un ejercicio de presentación de mindfulness para niños.
¿Qué os parece la idea de practicar alguna de estas técnicas con vuestro hijos? o ¿realizar un taller con vuestro hijo que os ayude en el proceso de conocer y controlar dichas técnicas? Espero haber respondido a las preguntas planteadas al principio y que os sea útil este post. Así como que os aproxime a esta técnica tan rica e interesante. Si tenéis alguna duda, preguntadme por privado o a través de los comentarios.SI OS HA PARECIDO INTERESANTE COMPARTIRLO EN VUESTRAS REDES SOCIALES.
GRACIAS
Y
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