Gracias por hacerme partícipe de un día tan importante para ti, por darme la oportunidad de ver la felicidad en cada uno de los miembros de tu familia, de tus hijos, pero sobre todo por hacerme participe de ver la sonrisa de felicidad de Cristina. He pasado mucho tiempo con ella, y creo que nunca termino de conocer su faceta más risueña, cada día tengo la oportunidad inmensa de conocerla un poquito más y enamorarme un poco más si cabe.
La había visto reír, sonreír, reír a carcajada limpia, pero sonreír hasta iluminar por cada rincón que pasaba… nunca lo había visto. Ayer todos estabais llenos de luz, pero no se porque vosotras dos tenéis algo especial, algo único que me hizo no dejar de sonreír en todo el día. Un sonrisa que aún perdura y se quedará conmigo para toda la vida.
Ese recuerdo quedará de por vida en mi cabeza y lo rescataré muy a menudo sin duda.
Desde estas humildes líneas, te deseo de corazón que tu felicidad siga contigo toda la vida. Que la sonrisa que Luis te dibujó en tu cara hace ya unos años, no se borre. Que las lagrimas que caigan de tus ojos solo sean de felicidad, y que si algún día tienes que caer sepas que nunca más estarás sola, tienes una familia maravillosa que te adora y si me lo permites yo también estaré ahí contigo.
Hace dos días leí que las el “sexo débil” es un conjunto de mujeres, y me reí y mucho… porque quien haya escrito semejante estupidez no ha tenido el valor de conocerte a ti, de conocer a todas y cada una de las mujeres de tu familia, algo que sin duda tu has heredado y que por circunstancias de la vida… a ti te ha hecho ser aún más dura y fuerte que ninguna otra. Nunca dejes que nada ni nadie te haga perder tu sonrisa, porque es maravillosa.