Las rabietas son comportamientos totalmente normales que comienzan sobre los 12 o 18 meses y disminuyen sobre los 4 años. Se producen por no poder conseguir lo que quieren o llevarles la contraria, por eso debemos aprender a lidiar con estas situaciones.
Controlar estos comportamientos es facilisimo siempre y cuando mantengamos la calma y nos armemos de paciencia. Simplemente tenemos que esperar a que se le pase, ya que durante su berrinche por mucho que intentemos explicarle las cosas no nos va a escuchar y gritará más. Del mismo modo, si nosotros nos alteramos, se verá reflejado en el niño.
Tenemos que actuar con normalidad, cambiando de actividad, haciendo otra cosa y sobre todo no dando importancia a la conducta del niño para que no la repita más. Muchas veces, mediante las rabietas prueban nuestros límites y si ven que cedemos, ¿por qué no conseguir todo lo que nos prohíben tirándonos al suelo y gritando? Si ha funcionado una vez...Si vemos que la rabieta no acaba, podemos irnos a otra habitación; el niño nos puede perseguir y seguir con sus gritos pero no tenemos que reaccionar ante ese comportamiento.
Las rabietas, como hemos dicho antes, se producen para llamar la atención, en la mayoría de los casos, y para conseguir lo que quieren. Así que, Papis y Mamis, no os asustéis que es un comportamiento totalmente normal.
A continuación os dejamos un vídeo en el que nos explican cómo debemos actuar ante las rabietas.
¿Ha tenido alguna rabieta? ¿Cómo habéis reaccionado?
Foto:GerryT/flickr