Muchas cosas de las que pasando mi alrededor no les encuentro sentido, las guerras, los odios, las envidias, los maltratos, los gritos, nada de eso tiene sentido, sólo te enferma y te desgasta.
Tristemente hoy en la madrugada vi como una jovencita se salió de su casa desesperada, gritándose horrible con sus papás, hasta dónde puede llegar una familia para que su propia hija salga descalza corriendo por la calle gritando, no comprendo como sus padres no la detuvieron, es que no se dan cuenta de la bendición tan grande que tienen que tener una hija sana y buena, creo que en la actualidad de verdad parece que la gente le gusta más el drama y no toma en cuenta todas las bendiciones que Dios nos regala, como por ejemplo el tener una hija.
Cuántas veces te enojas con tus hijos por tonterías y no volteas a ver que tienen salud, que tienen sueños, ilusiones,esperanzas y que de tu mano, todas esas cosas se pueden hacer realidad, pero siempre con mucho respeto con mucho amor y sobre todo con mucho apoyo.
Creo que todos los padres daríamos la vida por nuestros hijos, por verlos felices, sanos, cumpliendo todas las metas que se proponen, entonces ¿porqué a veces los padres parecen enemigos sus hijos? ¿que acaso no se dan cuenta que están haciendo cicatrices dentro de su alma y de su corazón que jamás van a poder borrar?
Insisto como Padres, hay que dar gracias, hay que valorar, abrazar, besar, estar junto a ellos mientras emprender su vuelo, hay que recorrer la vida de la mano de ellos siendo sus maestros y cómplices de vida no sus enemigos.
A los 40 se que tengo dos bendiciones muy grandes que son mis hijos, y lo mejor que me puedo llevar de esta vida es verlos sonreír, saberlos felices y completamente realizados, comprometidos con ellos mismos y respetando la vida y la dignidad de los demás.