Ingredientes:
Lámina de hojaldre.
2 Manzanas pequeñas (o equivalentes).
Azúcar.
Agua.
Receta:
Yo compro el hojaldre hecho que no es una masa precisamente rápida de hacer y, sinceramente me da mucha pereza así que compro la lámina de hojaldre hecha y si no la voy a usar de inmediato, la congelo y la saco cuando la vaya a usar (tarda unas 3-4 en descongelarse en la nevera así que es bastante rápido y si lo dejáis fuer, más aún).
Extendemos el hojaldre y con un tenedor pinchamos toda la lámina dejando un dedo por cada lado aproximadamente para que suba la parte de los bordes pero no la parte central. Podéis aprovechar para descargar un poco de estrés si tenéis una superficie dura debajo. En mi caso tenia la rejilla del horno así que tenía que contener las fuerzas. Os ha de quedar más o menos así (pinchazo más, pinchazo menos):
Ahora cortamos la manzana en láminas finas y las colocamos sobre la zona que hemos pinchado. Si la colocáis sobre la zona sin pinchar, la manzana se caerá cuando comience a inflarse el hojaldre. Yo he utilizado unas 2 manzanas pequeñas.
Y ahora, al horno. En mi caso lo he puesto a 190ºC unos 10-15min pero como esto depende mucho del horno, lo que tenéis que mirar es que los bordes se hayan inflado y estén dorados y si queréis, podéis probar con un tenedor o un cuchillo si la manzana esta hecha. Os quedará una cosa así:
Por último, preparamos una mezcla de un poco de agua (1/4 de vaso más o menos) y azúcar hasta que veamos que el agua no puede absorber más azúcar. Con esta mezcla, pintamos nuestro hojaldre para que quede brillante y ¡Listo para comer!
Ya veis que más sencillo no puede ser. ¿Os animáis a probarlo? Si lo hacéis, contadme qué tal os ha salido.