Pero, llegó el coronavirus a sorprendernos y cambiar todos los planes. Adiós escuelas tradicionales, con suerte y nos volvemos a ver a fin de año. Naturalmente, esta noticia no fue recibida con mucha alegría por la mayoría de los que hemos optado por la educación tradicional para nuestros hijos pero, hoy por hoy, debo reconocer que somos afortunados aquellos que nuestros colegios tienen un plan de educación a distancia y nos brindan (de una u otra manera) material educativo para educarlos en casa.
Pero, hay una cosa muy importante que como neuromamá he notado sobre la educación en casa: el homeschool no es una simple cuestión de decir de un momento a otro (como nos ha pasado a todos con esta bendita cuarentena) los educo en casa y ya. Para hacerlo hay que prepararse y prepararse bien.
Los que estamos ya zambullidos (medio ahogados, diría yo) en esto ahora lo sabemos, y como sé que quienes me leen son neuromadres también, les comparto mis principales hallazgos para que los pongan en práctica y puedan (en la medida de lo posible) mejorar su experiencia de homeschool.
Para empezar todos los especialistas en homeschool te dicen que te prepares para poder educarlos en casa con lo siguiente:
1. Tener a mano todos los materiales y útiles que vas a necesitar
2. Adecuar un espacio donde se va a impartir la clase. Si es en línea (hoy por hoy creo que la mayoría lo son) debes asegurar conexiones a internet, puntos eléctricos para computadoras, megas, etc. También, si vas a usar el método tradicional asegurarte de tener pizarras, papelógrafos y lo que sea que vas a necesitar.
3. Establecer un horario en el que tanto los niños como tú (la principal educadora) estén más tranquilos y receptivos al aprendizaje y donde haya menos distracciones.
4. Super importante, investigar bien, informarse cuál es el mejor estilo de aprendizaje de los niños, el ritmo de avance de los niños y las horas que le van a dedicar a diario, todo esto para armonizar con el ritmo natural de la familia.
5. Finalmente, algo que leí en varios lados pero que me gustó como lo sintetizó Zynhia Barrios de mi mejor clase es que: “Escuela en casa no significa imitar una escuela en dentro de casa…”
Tal y como sucedieron las cosas, la cuarentena obligatoria me agarró con “ninguna de las anteriores” y ha sido cuestión de improvisar, adaptar, equivocarnos, volver a empezar, aprender, desaprender y seguir en las mismas. Ahora mismo estoy en proceso de readaptar un espacio para que mis hijos puedan seguir sus clases con la menor cantidad de distractores posibles y reduciendo mis aspiraciones neuróticas.
Estos 5 puntos de arriba me ayudaron a comprender que ni a vainas estaba haciendo homeschooling como Dios manda pero, que podía recoger muchas ideas y metodologías de los expertos e incorporarlas a mi casa para mejorar nuestra experiencia de educación.
Ahora, a medida que leo y me informo sobre la educación en casa me doy cuenta que hay otras formas de aprender fuera de la escuela, que los niños (y adultos también) aprendemos a diario en situaciones de lo más diversas y estas situaciones surgen a diario en la cotidianidad del hogar y que, tomando estos 5 puntos principales que recomiendan los expertos en homeschooling, la vida escolar en casa se me ha hecho mucho más fácil.