Después del post de la semana pasada, en el que te conté de dónde viene el anisakis, te voy a desvelar que hace una doctora hablando de pescado.
El anisakis no es un parásito humano, no es capaz de sobrevivir en el cuerpo humano mas allá de una horas o días. El parásito intenta reproducir en el intestino humano lo que hace en el intestino del pez. Es decir, atravesar la pared del tubo digestivo para llegar a la sangre y de ahí ir al músculo del pescado, que es donde vive. En ese proceso de atravesar la pared del estómago, o del intestino, produce una reacción local tipo inflamación y además puede producir una reacción alérgica a distancia. Los síntomas pueden ir desde un dolor abdominal leve hasta cuadros de dolor abdominal graves e incluso perforación. Además deja recuerdo en nuestro sistema inmunitario, por lo que si volviésemos a estar en contacto con otro anisakis se desencadenaría una reacción alérgica que va desde una urticaria leve a síntomas digestivos o a reacciones más graves
Se diagnostica viendo el parásito en una gastroscopia o colonoscopia, en casos de dolor abdominal agudo y si se sospecha, o mediante pruebas alérgicas.
El tratamiento del cuadro es el control del dolor, en el mejor de los casos, y en caso de perforación es un tratamiento quirúrgico.
Y como siempre lo mejor es la prevención. Si hemos tenido la desgracia de adquirir un anisakis, se debe excluir el pescado de la dieta, durante un año, para que nuestro sistema inmunitario se olvide del parásito. Y pasado el año comer siempre pescado congelado, sea crudo o cocinado, para que el parásito muera.
Doctora Sin Zapatillas
(Mi Otro Yo)