Siguiendo la línea de la vuelta al cole, y pensando que esto se acaba, no puedo dejar de pensar en los catarros que están acechándonos al doblar la esquina.
Volverán los mocos, las fiebres y las toses y con todo ello la lucha de convenceros de que no todo se cura con antibióticos, aunque los mocos sean muy verdes y la tos muy fea.
Los antibióticos son, probablemente, una de las medicinas que más vidas han salvado y son fantásticos, pero siempre que estén bien indicados
La mayoría de los catarros son originados por los virus y vienen a durar entre 7 y 10 días. La tos perruna que queda después puede durar varias semanas, eso si no tenemos la mala suerte de enganchar otro catarro por el camino.
¿Y por qué mejora cuando tomamos antibiótico? Pues la verdad es que en estos casos no mejora con el antibiótico. Lo que ocurre es que solemos tomar el antibiótico por desesperación, al quinto día que estamos con los síntomas y, curiosamente, en 2 o 3 días mejoramos. Si sumamos los 5 días sin antibiótico más los 2 con antibiótico suman 7. Vamos, lo que viene a durar un catarro sin antibiótico. Siete días sin tratamiento y una semana con él.
Y esta manía que nos ha entrado a los médicos de no recetar antibióticos para los catarros no tiene que ver nada con los recortes ni con el gasto sanitario. No es más que una forma de protegernos a largo plazo. El uso indiscriminado de antibióticos en España ha hecho que seamos uno de los países con más resistencia a ellos. Esto significa que hay ciertas bacterias en que se han vuelto muy resistentes a los antibióticos y que cuando nos encontramos con ellas solo nos queda rezar.
Así que ante un catarro no nos queda más remedio que aguantar, hidratarnos mucho, paracetamol o ibuprofeno para apaciguar los síntomas y muchos pañuelos. Y si la cosa se pone fea, cita con el médico o pediatra. Y, por supuesto, si no os mandamos antibiótico, no dudéis de nuestro tratamiento y, por favor, no os enfadéis con nosotros. Lo hacemos por tú bien y por el de todos.
Esta es una recomendación que os hago como madre y médico de familia. Pero recordad que el mejor ojo clínico es el de una madre y la mejor opinión la del pediatra. Pero no deis antibiótico sin su indicación.
Doctora Sin Zapatillas