Hace ya unas semanas que circula por la red la notica de que los bebés de madres en paro son más sanos. Vaya, que va a resultar que ahora para concebir, gestar, parir y criar a un bebé sano y feliz, el estado ideal es del del desempleo.
Este bebé tiene un color estupendo, ¿su madre será trabajadora o desempleada?
Reconozco que la primera vez que leí dicho titular no quise ni leer la noticia. Es que solo el titular, para mi, no hay por donde cogerlo. Podría titularse "El amor maternal en los tiempos del paro" y así parafrasear al desaparecido y grandísimo Gabriel García Marquez.
Ironías aparte. Me parece un total desacierto semejante afirmación, en los tiempos que corren. Viene siendo como "quien no se consuela es porque no quiere". Ea, que no tienes trabajo, no llegas a fin de mes pero no te quejes que tu bebé crecerá más sano que aquellos cuyos padres trabajan y viven desahogados económicamente (y a veces, lo segundo, ni trabajando).
Pero hoy me he pasado por el blog de Planeando ser padres donde precisamente hablaba de dicha noticia. Así que le eché valor y la leí. Y luego leí la entrada. Y luego fui a comentar, pero mientras comentaba me surgió el tema que ahora vengo a tratar.
La noticia es una falacia absoluta, intenta demostrar algo que no se sostiene por sí mismo con argumentos absurdos. Ojiplática me quedo leyendo cosas como que "las mujeres en edad de concebir reportan mejor estado de salud física, duermen más, beben menos alcohol, y tienen un índice de masa corporal menor". O sea, que las mamás currantas somos insomnes, alcohólicas y gordas. Tocate el tete, Manolete. Yo, que duermo a pata suelta, no bebo alcohol y peso 53 kg. Debo ser la excepción a al regla, menos mal porque menuda regla.
Señoras y señores, lo que hace que los bebés crezcan sanos y felices no es que su madre esté en paro para tener un embarazo tranquilo y tiempo libre para cuidarse, ídem una vez tiene a su bebé en brazos. Lo que hace que los bebés estén sanos es que su madre, sus padres, tengan tiempo para dedicarse a ellos.
Y esto, con la mierda de conciliación de la vida familiar y laboral que tenemos en nuestro país, es imposible. Esa es la verdadera cuestión y no el empleo/desempleo.
Porque si en este país se apostara por una conciliación real, una baja maternal ampliada que permita criar a nuestro bebé durante más tiempo antes de incorporarnos a nuestro puesto de trabajo, horarios de trabajo razonables y flexibles, reducciones de jornada en condiciones, excedencias remuneradas y etc... otro gallo nos cantaría.
Si se nos permitiera conciliar de verdad y no tuviéramos que darnos patadas en el culo para cumplir en el trabajo, cumplir con las faenas caseras y cumplir con nuestros hijos, si no tuviéramos que hacer un tetris para dejar a nuestros hijos atendidos en las vacaciones de verano como nos contaba ayer Mamá de Parrulín, estaríamos más relajadas, más tranquilas y, por lo tanto, más felices.
Ésta podría ser yo (cambio perro por gata) aunque no tendría esa cara de mala uva ;)
Todo esto se refleja, obviamente, en nuestros hijos. Porque si una llega reventada a casa después de 8 horas de trabajo, algunas con la mala suerte de sumar horas de traslado y almuerzo, por mucho que se alegre de ver por fin a su peque, no tiene las mimas fuerzas, ni las mismas energías, ni las mismas ganas que una madre que ha trabajado 5 horas, ha recogido a sus hijos del cole y a mediodía está en casa, con toda la tarde libre por delante para disfrutar con sus peques. No es lo mismo. Porque si un hijo no puede ver a su madre en todo el día, ni la madre ni el bebé son felices.
Y ojo, que hablo de madre y no de padre porque el artículo precisamente habla de la mujer, no del hombre, esgrimiendo como argumentos que si la mujer embarazada no trabaja puede cuidarse más durante el embarazo, hacer ejercicio, comer saludable, evitar el estrés laboral... Vamos, como si la que trabaja no pudiera cuidarse, ¡ni que fuera incompatible!
Lo más grave es que no tenemos suficiente las madres con las culpas que nos echamos encima por no llegar a todo, por no estar siempre al 100%, por no dedicarnos a nuestro bebé tanto como quisiéramos, como para que tengamos que sentirnos culpables por trabajar y que nuestro bebé no sea tan "sano" como los de las mamás que están en paro.
Así que no, a mi no me venden la moto. Un bebé será sano y feliz si puede tener a sus padres la mayor parte del tiempo posible. Y que la madre pueda estar en casa y dedicarse a criar a su bebé no debe ser una obligación ni una imposición sino una elección personal.
Decir que gracias al paro los bebés se crían más sanos es conformarse con la mísera situación que estamos viviendo, donde comedores escolares y sociales están llenos de niños y familias que no tiene recursos para alimentarse. Es una situación penosa y lamentable a la que yo, sinceramente, no le veo ninguna ventaja.
Eso no es sano. Y me niego a que quieran hacernos creer que estar en el paro tiene ventajas de cara a la maternidad, porque si sumamos las trabas que tenemos a la hora de ser madres y trabajadoras y hacer valer nuestros derechos como tales, si ya nos vemos presionadas y amenazadas con la pérdida de nuestro puesto de trabajo a raiz de nuestra maternidad, lo que nos falta es que le den ideas a los empresarios y que éstos nos vengan con un "mira, te despido pero oye, te estoy haciendo un favor, tu bebé así crecerá más sano". Nos ha jodido.
Quien realiza semejante afirmación debe pensar que el paro es una fuente inagotable de recursos económicos, que se va a cobrar de por vida. El paro se acaba, y ya puedes llevar 15 años deslomándote en tu trabajo que si te ponen de patitas en la calle como mucho, como mucho, vas a cobrar dos años de paro y, si no encuentras trabajo, un subsidio por desempleo que es una miseria. Dos años, querid@s, pasan volando. Y el subsidio por desempleo no da para alimentar a una familia, ya no digo para cubrir los gastos mínimos de una vivienda.
Que nos lo digan a nosotros, que papá va a hacer ya 3 años desempleado y no soy capaz de explicar cuan desesperada llega a ser esta situación, con todo lo que conlleva a nivel económico, familiar y personal.
Esto me ha hecho reflexionar sobre mucho sobre la situación a la que hemos llegado. Antes de ser padres mi marido y yo éramos jóvenes, teníamos puestos de trabajo cualificados, teníamos un trabajo fijo y ganábamos sueldos decentes. No nos imaginábamos dónde nos iba a llevar la vida, que dos empresas sólidas acabaran desapareciendo y con todos sus empleados en la calle. La mía más de 600, no es poca cosa.
Cuando me quedé en paro la primera idea fue aprovechar ese tiempo sin trabajar y cobrando para dedicarme a lo que realmente quería, criar a mis hijos, especialmente a mi pequeñita, que acababa de nacer. Pero se me posó en el hombro ese angelito como el que salía en los dibujitos animados -¿os acordáis? con su mandorla mística y el arpa en el brazo, qué puñetero- diciéndome que no me confiara, que dos años pasan volando y que, si no encontraba trabajo en ese tiempo, una vez acabada la prestación, las iba a pasar putas. El demonio en el otro hombro no tuvo tiempo de aparecer. Y me embarqué en la aventura de emprender un negocio.
A día de hoy casi todos mis compañeros de trabajo siguen desempleados, los que trabajan lo hacen porque, al igual que yo, se han buscado la vida por su cuenta, algunos han tenido empleos esporádicos y han picoteado aquí y allá. Las que son madres como yo lo tienen muy jodido, y de conciliar ni os cuento; una de ellas se hace 150km cada día para cobrar poco más de 600? y otra dobla turnos a destajo en un centro comercial porque su jefe no contrata más personal. Conciliación es una a la que le dijeron "no eres apta para el puesto". Missing.
Lo que no me imaginaba es que mi marido no iba a encontrar trabajo, con lo que él es, que vale para todo, no se le caen los anillos con nada y ha removido cielo y tierra para encontrar un trabajo. Mi pequeño negocio al menos nos da para vivir, aunque sea con el cinturón en el último agujero, ese que te haces a mano en casa cuando has adelgazado y se te ha quedado grande.
Así que el cuento de que los bebés de mamás en paro son más sanos me parece una falacia. El paro es la pérdida de un derecho, no una opción libre y voluntaria. Y lo que las madres queremos es criar a nuestros hijos sanos y felices pero pudiendo elegir nosotras mismas y con las medidas adecuadas para poder compatibilizar nuestra vida profesional y familiar sin sentirnos esclavizadas y culpables.
Éste si serían un buen titular, ¿no creéis?. Espero que alguna vez deje de ser una utopía.