La experiencia de la maternidad está compuesta por miles de historias con un denominador común, nuestro bebé.
El bebé desde el momento en que entra a formar parte de nuestra vida está presente en todas nuestras situaciones diarias, el viajar, el relacionarnos, el dormir y otras muchas incluidas el comer.
La comida es un momento de conexión con nuestro bebé, tanto si son buenos comedores como si no lo son, si hemos optado por la formula como si hemos decidido darle el pecho. El momento nos va a dejar muchos de aquellos recuerdos que forman parte del apartado “imborrable” de nuestra memoria, risas, riñas y alguna que otra lagrimilla.
Cada método tiene su formula y su manera de hacer; cuando optamos por formula, el tipo de biberón y de tetina es importantísimo, así como la leche que mejor se va adaptar a nuestro bebé.
Por otro lado tenemos la lactancia materna en la que también nos vamos a encontrar cosas, una de ellas tiene un nombre que perfectamente se podría substituir por el clásico “patata” al realizar una foto, pero con una gracia menor si hablamos con alguna madre que ha pasado por ello. Estamos hablando de la Mastitis.
¿Qué es la mastitis?
La mastitis es una obstrucción de los conductos por los que va la leche en el pecho dando lugar a una inflamación. Esta inflamación también puede ser producida por una infección causada por lo anterior o por las fisuras y heridas que se causan en los pechos durante la lactancia siendo una vía de entrada de gérmenes.
Puede ser puerperal si se da en madres lactantes o no-puerperal si se da en el resto de casos. Recibe otros nombres como absceso subareolar, ectasia ductal, inflamación periductal o enfermedad de Zuska, aunque en el entorno embarazadas, el más conocido es el de Mastitis.
CURIOSIDAD:Aunque no es lo habitual y es una enfermedad como hemos dicho muy relaciona con las mujeres lactantes, también se puede dar en hombres y en este caso por su similitud con el cáncer de mama y la rareza de la enfermedad, puede ser mucho más molesto.
¿Debo dejar de amamantar si tengo mastitis?No. Es muy importante que aunque puedas sentir dolor al realizar las tomas, el bebé haga que circule la leche para evitar que se creen nuevos bloqueos.Si el bebé no vacía por completo el pecho, es importante que lo hagas tú.
CURIOSIDAD: La mastitis no le hará ningún daño a tu bebé, aunque puede reducir la cantidad de leche producida en el pecho afectado.
El primer paso a seguir es acudir a tú medico a que verifique realmente que se trata de una mastitis, una vez tenemos la conformidad de ellos, podemos optar por alguno de los siguientes trucos caseros:
Los masajes suaves, con las yemas de los dedos pueden ayudar a desbloquear los conductos.
El más comentado por las abuelas, las hojas de col. Al tratarse de un antiinflamatorio natural, puede ayudar a reducir los dolores provocados por la mastitis. Lo único que tenemos que hacer para usar este remedio es colocar unas hojas de col sobre la zona afectada.
Podemos aplicar infusión de tomillo o salvia. Ambos son antibióticos naturales y nos pueden ayudar en el tratamiento de la mastitis y su prevención. Simplemente realizamos la infusión con la ayuda de un paño o toalla la frotamos por la zona realizando masajes suaves.
El romero es otra infusión que nos puede ayudar a reducir el dolor por su alto contenido antiinflamatorio.
Consumir unos dientes de ajo es recomendable, las propiedades antibióticas naturales nos pueden ayudar, aunque queda claro que esto no es para todos los públicos…
Decidamos lo natural o lo convencional, las enfermedades siguen su camino y los síntomas los vamos a calmar pero van a seguir existiendo, la paciencia y la calma seguramente serán las únicas soluciones reales en el momento de la verdad y las caricias de nuestro peques la solución.
Sira Bellot
Consultora en Maternidad y Paternidad.
www.babyplannerbarcelona.com
T. +34 93 275 31 82
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