La vida y sus retos: La salud es lo primero

He aquí un pedazo de mi historia que aun no había tenido tiempo de contar.

Hace dos años, después de dos embarazos y de echar mucho de menos jugar a fútbol, decidí volver a jugar. Dos de mis amigas aun jugaban, y en el trabajo no dejaban de hablar de hacer un partido mixto, así que me decidí. En ese momento, en casa las dos pequeñas terremoto me volvían un poco loca, con la explosión de “los terribles 2” para la pequeña, y los no muy fáciles 4 para la mayor. Además, el padre de las criaturas estaba cerrando su emprendimiento, un emprendimiento que nos había costado a todos lo suyo, y no me refiero a económicamente (algún día, con su permiso, daré mi versión de esa época). Entre las niñas, el padre, y algunas otras cosas, un estrés silencioso crecía y el blog no era suficiente para apaciguarlo, así que pensé que era el momento de volver a las canchas, pues un poco de deporte siempre va bien. Aunque lo cierto es que me pasaba el día corriendo: entre el colegio, la guardería, el trabajo y las reuniones por trabajo, querer estar en casa, etc…

Me encantó volver a jugar. El partido mixto con el trabajo fue genial, y me encantó volverme a apuntar a una liga con mis amigas. Pero el día de mi tercer partido, había sido un día como estaban siendo muchos: había tenido montones de reuniones y tomado montones de cafés, me había saltado la comida ya ni recuerdo porqué y pasé fugazmente por casa para picar algo y salir corriendo al partido, que se jugaba en un campo en el que esa noche hacía mucho frío. Sin apenas calentar, entré a jugar. Íbamos bien, ganando, faltaba poco para el final y hasta acababa de meter un gol! Recuerdo que pensaba en cómo había echado de menos las canchas, el futbol, el equipo…pero dos minutos después de ese gol, en un saque de banda, de repente el corazón empezó a latirme a mil por hora. “Falta de ejercicio” me dije. Pero me molestaba para respirar, así que salí. Faltaban unos minutos para el final, y en ese tiempo no conseguí regular el ritmo cardiaco. Terminando el partido, una de mis amigas me midió el pulso…y supusimos que lo había medido mal porque no podía ser tan rápido. Me ofreció ir a su casa a tomarme una tila. Con el poco criterio que tengo, acerté y decidí irme a urgencias.

Cuando llegué a urgencias nadie entendía ni porqué no me había desmayado ni cómo había llegado por mi propio pie. Mi corazón latía a 230ppm. Tenía una taquicardia muy bestia. Los médicos intentaron pararla sin éxito, así que me inyectaron un medicamento en vena para revertirla. Adenosina se llama. Me imagino que para quitarle hierro al asunto, o para hacerse la divertida, una enfermera intentó explicarme el efecto de esta manera:

“Los pacientes dicen que sienten morir y revivir con este medicamento, pero el efecto dura 1 segundo”

Quizá era para hacerse la divertida, pero no habían logrado asustarme, yo estaba muy tranquila, hasta que ella me habló. Al médico de guardia tampoco le hizo gracia y me explico con otras palabras el efecto del medicamento. Ahí me di cuenta de lo serio de la situación. La sensación al final no fue como la describió la chistosa enfermera, fue como cuando se te congela la sangre y la sientes correr de nuevo por el cuerpo. Después de este “reset” cardíaco aprendí que tenía una Taquicardia Supraventricular Paroxistica, básicamente una taquicardia que, cuando se producía, no se paraba sola (wikipedia lo cuenta con más detalle) y el médico me dio el alta diciendo: “mejor te la operas, aquí tienes los nombres de algunos cardiólogos, elige cualquiera”

La palabra corazón y operación juntas la verdaaaad, no molaban nada.

Así que salí decidiendo que el fútbol se había terminado para mi, pero que ni de coña iba yo a operarme el corazón.

Pero ese evento me doy cuenta ahora que cambió mi forma de ver las cosas. Decidí que ya estaba bien de correr a todas partes. Que daba igual llegar tarde (aunque confieso que toda la vida he llegado tarde), que la vida había que tomársela de otra manera. De eso me doy cuenta ahora, pues entonces no sentía ningún cambio. Pero poco a poco fui tomándome las cosas con más calma, aprendiendo a disfrutar más de los pequeños momentos, y busqué terapias que ayudaran a romper con esta vida de locos y vivir más relajado: hice reiki, terapia magnética y terminé en clases de Kundalini yoga, que me encanta y ahora son imprescindibles para mi, y hasta he hecho un curso de Mindfulness,…

En cuanto a la operación…al final y después de ver a otro par de cardiólogos, supe que saber que tienes una taquicardia te limita. Una vez sabes lo que es, y sabes que no se para sola…empiezas a darle vueltas ¿qué pasa si te da en un avión? Los vuelos que hacemos nosotros son de 13 horas…uno no puede estar todo ese rato con esas taquicardias (por mucho que los médicos te digan que si), y no es tan fácil bajar un avión. ¿Y si un día estoy jugando con las niñas al pilla pilla y me da una taquicardia?¿me las llevo conmigo a urgencias? Hablé con otros doctores, me contaron que el procedimiento era simple, nada de operación a corazón abierto, y que se podía hacer vida normal ya desde dos días después de la operación. Así que agendé el procedimiento, y, días antes de la operación, el doctor canceló. Y no me pasó una vez, me lo pospusieron 3 veces!!

No es que sea supersticiosa pero, ¿quizá era mejor dejarlo correr? ¿sería una señal? Total, había viajado en avión, hacía yoga, jugaba con las niñas, y no me había vuelto a dar ninguna taquicardia, ni siquiera un amago. Era una situación muy cómoda. Total la taquicardia la tenía de toda la vida según los médicos, igual mejor dejarlo estar y ya. Pero…¿no suena todo eso a una excusa? ¿no sería que tenía miedo? Ya sabemos cómo es nuestro amigo miedo…te nubla la razón a la que puede, te bloquea, te impide pensar con claridad.

dale-cara-miedos-operaciones-corazon


Cada vez que se lo contaba a alguien, primero se ponían pálidos y soltaban algo así “¿operarte el corazón? ¿estás segura?” y después reaccionaban a toda prisa diciendo que mejor operarse, que todo iba a ir bien. ¿Estaba yo buscando excusas y le contaba a la gente para que me contagiaran el miedo? Eso es lo que me planteé justo cuando cumplieron justo dos años del episodio. Ya estaba bien de ir diciendo “da igual, ya me operaré” Si tenía que operarme, tenía que operarme: cambié de doctor, lo visité y le pedí que me diera hora. Como decía el canto del loco en la canción “si el miedo me gana este pulso…, le doy la espalda y le digo, no quiero jugar”

Agendado el procedimiento, una semana después entraba a quirófano. Así de rápido. Y me di cuenta que, a pesar de las 4 horas de espera inesperada que tuve porque llegó un paciente de urgencias, no estaba nerviosa. Apenas le había contado a nadie, excepto en casa y a mi equipo de trabajo; si no lo saben, no se estresan y no me estresan. Yo había entendido que era un procedimiento sencillo para los médicos, algo que se tenía que hacer, y ya.

Que la salud es lo primero.

La sensación del procedimiento fue rara, lo reconozco. Estuve tres horas despierta, viendo en una pantalla lo que le hacían a mi corazoncito y sintiéndolo por dentro. Va taquicardia, ahora la paro, ahora otra vez…y así un rato. Hasta que me dijeron “ahora vamos a quemarla, así que: no te muevas, no respires profundo, no suspires, no hables,…” y yo pensaba ¿y entonces que coj carajo quieres que haga? Pero fueron solo dos minutos, que al final no pasaron tan lentos. Cuando pensaba en escribir este post, no sabía como escenificar la operación, pero tuve la suerte que justo Remorada estaba ilustrando sus #escenasdehospital…y tuvo el tremendísimo detallazo de ilustrar la mía! Aquí la tenéis:

operacion-corazon


 24 horas después de la operación, estaba en casa. Con el alta y la instrucción de tomarme las cosas con calma un par de días. Un par de días! ¿por qué había tardado tanto tiempo en operarme? La verdad, cuando me provocaron la taquicardia, me acordé de la sensación de esa primera vez. Mi corazón saltó de 90ppm a 140 y después casi llego a 300ppm. La sensación es horrible.  Quizá necesité de esos meses para darme cuenta que no necesitaba excusas, quizá la practica del yoga me hizo ver las cosas más claras y no estresarme con el tema, no sé. Pero cuando me decidí de verdad, lo tenía claro y no me preocupaba ni una milésima de lo que me pudo pasar por la cabeza cuando ese 2 de Abril de 2014 me dijeron “opérate”. Me alegré de estar ahí, de que pudieran curarla y, espero, no tener jamás otra taquicardia.

Además, toda esta experiencia a cambiado mi forma de ver las cosas. Si yo hace años buscaba paciencia y me volvía loca con dos niñas en casa una tarde, ahora me uno al caos, lo disfruto, negocio con ellas, nos reímos, nos enfadamos y nos perdonamos, y negociamos otra vez. Veo las cosas de otra manera.

En la vida cada uno se enfrenta a diferentes retos, pequeños o grandes, pocos o demasiados, muchos de los cuales pueden darnos miedo, pero es bueno enfrentarlos. Ya sea para iniciar un emprendimiento, formar familia, irse a vivir lejos, enfrentar una enfermedad, cambiar nuestro modo de vida, cambiar de trabajo, y un montón de cosas. Lo que sea. El miedo puede confundirnos, pero si estamos convencidos, lo vemos todo mucho más claro.  Hay que coger fuerzas, y seguir adelante. Que cada día tiene algo bonito para disfrutarlo.

“No sufras cuando te caes, disfruta al levantarte”



Archivado en: Pedacitos de mi
Fuente: este post proviene de Asi piensa una mamá, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Muchas veces me he parado a pensar cómo las pantallas, esos dispositivos que venían a ayudarnos en nuestro día a día, en la comunicación, en el aprendizaje, han ido ganando tanto terreno, que muchas v ...

Las Navidades me dejaron una nueva lectura sobre emociones, que estoy ahora terminando. En este caso, hay algunas frases del libro que invitan a la reflexión, y me gustaría compartirlas para reflexion ...

Hace unos años vivimos una experiencia relacionada con la ansiedad en niños pequeños, que os contaba en este post. De un día para otro, sin que sepamos claramente porqué, Terremoto mayor le tenía ter ...

Recomendamos

Relacionado

Crianza respetuosa Guarderia Colegio ...

Tengo dos hijas, dos pequeñas terremoto que son tan distintas, que muchas veces digo que se parecen en los apellidos y en el blanco de los ojos. Nada más. Pero he descubierto algo más que tienen en común. Ambas necesitan trabajar la autoestima, por distintos motivos. La pequeña porque quiere hacer cosas y la motricidad no la acompaña. Se frustra, se desespera, y no lo intenta más hasta que se olvi ...

Entretenimiento Familia Pequeñas terremoto ...

Hace unos días os contaba cómo se siente uno viviendo en el país del “temblorcito”, y cómo nos hemos ido acostumbrando a esos movimientos de tierra que te sorprenden en cualquier momento del día. Pero olvidaba contaros que, por casa, parece que pase un terremoto todos los días. ¿Cómo es vivir con dos pequeñas terremoto y su caos particular? Yo no soy la reina del orden, aun cuando mi s ...

Cosas de ladies Maternidad y Crianza baño ...

A raíz de un comentario de Socorro que soy mamá en el post sobre mis dos experiencias sobre quitarle el pañal a las terremoto, con el que por cierto estoy muy de acuerdo, me decidí a escribir este post. Ella me contaba que la peor parte de pensar en sacarle el pañal a su hija era llevarla a baños públicos. Así que os voy a contar mi experiencia. Yo odio los baños públicos. Desde siempre. Tanto que ...

general hoy te recomiendo africa ...

“Bonita es la vida”,  su autora es la creadora de la editorial Cuentos de Luz, Ana Eulate y las ilustraciones son de Nívola Uyá.  Llegó a mis manos, hace apenas un par de días, justo el día en el que se celebra el Día de África,  25 de Mayo.  Nada más verlo y hojear sus páginas con entusiasmo, surgió el amor,  fue un flechazo en toda regla. Sus preciosas lustraciones te hacen sentir en ...

Entretenimiento Pequeñas terremoto cumpleaños infantiles ...

Si a Terremoto mayor le hicimos un cumple lo más DIY que pudimos, 100% Frozen, con la pequeña terremoto no podíamos ser menos. Aun así, como me pasa cada año y como están tan cerca un cumple del otro, caaaasi se me echa encima el cumple! Faltaban apenas unos días y no teníamos nada, asi que pensé en comprarle la decoración pero no encontrábamos nada en las tiendas para comprar decoración. Aquí aun ...

Maternidad

Cuando cerró la empresa en la que trabajaba, no sabía qué era emprender ni qué era ser madre… Pero me lancé a la piscina. Tenía el subsidio por desempleo para 2 años, una indemnización, y tiempo para mí. Así que decidimos ser padres… y decidí crear mi proyecto, algo que me llenara de verdad y con el que pudiera aportar al mundo. En estos 6 años, desde que tomé estas dos decisiones cruc ...

Maternidad y Crianza Pequeñas terremoto cuento ...

No sé si os he contado alguna vez, que terremoto mayor es incapaz de bajar las revoluciones. Sobre las 5 de la tarde parece que se quedaría dormida, y después del baño parece que hubiera dormido 12 horas. es incapaz de tener rutinas de sueño, nunca sabes cuando se va a quedar dormida. Suele despertarse, haya o no colegio, unas 9 horas justas después de dormirse…sino menos. ¿cómo conseguimos ...

Maternidad y Crianza Pequeñas terremoto enfermedad renal infantil ...

Hace unos días, un domingo la mayor de las terremoto empezó con un dolor abdominal intenso, pero que se iba y venía. Al día siguiente, el dolor persistía, pero seguía intermitente. El tercer día, la pequeña amaneció con la cara algo hinchada alrededor de los ojos, y el dolor ya no se le fue en toda la mañana. El dolor ahora se centraba en el lado derecho y era más intenso y persistente, así que de ...

cosas molonas Sorteo aukinko ...

Ya sabes que en casa nos gusta jugar, y como las pequeñas terremoto tienen gustos tan dispares, necesitamos variadas opciones de juego. Cada vez más, ampliamos el tiempo de juego en favor de los juegos de mesa, de cartas, y nos encanta conocer nuevas opciones. Hacía mucho tiempo que quería probar un juego colaborativo de los que tanto había oído hablar. Las dos terremoto tienen esa ansia por ganar ...

Embarazo y Parto Maternidad y Crianza bebe grande ...

Hoy no voy a contaros nada sobre las pequeñas terremoto. Hoy quiero compartir en el blog la historia de mi amiga Sil, y de su mini Thor. Ella y yo hemos hablado mucho estos últimos meses, nos conocemos hace mucho y nos reencontramos hace poco gracias a este blog (ella es la  sonrisa 7 del repaso de 2015) y cuánto más me contaba sobre la crianza de su bebé, más ganas tenía de compartir su historia. ...